Los tripulantes que se salvaron o estaban dormidos o descansando en el interior de sus camarotes de la dura faena de descarga de pescado realizada una hora antes en O Berbés. En esta clase de barcos, al menos para la marinería, los catres suelen compartirse, y solo los mandos disponen de un compartimento individual. Pero todas estas estancias se sitúan o bien debajo de la cubierta o del puente. Y sin embargo, quien se encontraba en los momentos del impacto a los mandos del barco, en la zona más próxima al exterior, con puertas y ventanas, no pudo sobrevivir. A los expertos en estos siniestros no le sorprende tanto que el patrón, cuyo cuerpo fue recuperado del mar, falleciese estando, en teoría, en donde hay más posibilidades de sobrevivir. "Puedo haber sufrido un shock, y dejarlo bloqueado, sin reacción", barajan.