Quienes escucharon el testimonio directo de los supervivientes del naufragio del Mar de Marín no tienen claro si los cuerpos de los dos marineros que siguen desaparecidos permanezcan en el interior del buque, sumergido a 56 metros entre la isla sur de Cíes y el archipiélago baionés de As Estelas. Sí se atreven a asegurar que puede haber un cuerpo, el del tripulante natural de Ghana, pero no dos.

Es una de las numerosas incógnitas que debería despejar el rastreo subacuático iniciado ayer en la zona con apoyo de sofisticados medios de inmersión. También a tenor de las declaraciones realizadas ante la comisión de investigación de accidentes marítimos, en la rápida secuencia de los hechos desde el impacto al hundimiento, de apenas cinco minutos, algunos supervivientes afirman haber visto solo a uno lanzarse al agua. Sin embargo, de momento no hay rastro de este cadáver.