Manuel González extrae de lo ocurrido que "hay unas reglas y funcionan porque, de hecho, hay un increíble tráfico marítimo mundial y estos accidentes son los menos, aunque no nos lo creamos porque ahora estamos en schok". El abogado tiene, sin embargo, claro que, pese a las reglas "lo que no vamos a poder cambiar nunca, salvo que se pongan robots en los puentes, es el factor humano".

Y sea el que sea el resultado de las investigaciones, señala que "una cosa buena de este sector es que la gente está muy concienciada y sabe que es muy importante tener los seguros bien y al día, y dentro de lo malo, de las consecuencias jurídicas de este accidente se van a hacer cargo los seguros". Entiende el abogado que "salvo que nos llevemos una sorpresa y se determine alguna maniobra errónea del Baltic Breeze, si la responsabilidad es del Mar de Marín, el seguro del casco pagará lo que corresponda del barco y el de P&I se hará cargo de la posible responsabilidad del armador del pesquero frente a los tripulantes".

González concluye asegurando que "lo que corresponde es dejar actuar a las comisiones, que se determinen por el juzgado y por parte de Fomento los factores que intervinieron en este siniestro y lo que se pueda enmendar para evitar estos incidentes en el futuro; y los seguros tendrán que indemnizar y a partir de ahí que las familias se recuperen lo antes posible y que armador pueda reanudar su actividad".