Los puentes entre el PSOE y el BNG están rotos tras el inédito pacto presupuestario de los socialistas y los populares. Aunque el acuerdo no estaba en el orden del día, el pleno fue un continuo fuego cruzado entre los antiguos socios de gobierno, especialmente por parte de Carmela Silva y Iolanda Veloso. La tensión entre ambas se disparó después de que la primera teniente de alcalde replicara con dureza a las afirmaciones de la portavoz nacionalista, que lanzó una batería de críticas al PSOE durante el debate sobre la liquidación del presupuesto de 2013 y acusó al gobierno local de "asumir las políticas del PP por motivos electorales". "Tiene que salir más a la calle -contestó Silva-, escuchar a los ciudadanos y verá que están encantados, pero usted se mueve más por otras ciudades del norte". Veloso lamentó el "poco nivel político" por la aseveración.

Carlos Font, Xabier Alonso y Santiago Domínguez también participaron en las refriegas dialécticas, e incluso el alcalde intervino en la bronca para advertir de que está esperando a la votación de las cuentas para escuchar los argumentos del BNG. "Tendrán que explicar por qué votan en contra de los presupuestos más sociales de la historia de la ciudad. Por qué votan en contra de destinar 700.000 euros a alquileres para familias necesitadas o dos millones para becas de comedor. Ahí nos vamos a encontrar", desafió.

Los nacionalistas "repartieron" entre socialistas y populares, pero sobre todo cargaron contra sus antiguos aliados, a los que achacan "un terrible pacto que condena a muchos vigueses a vivir peor". Xabier Alonso ironizó con la "entente cordiale" de los antes enemigos encarnizados y Domínguez, en el debate de una moción sobre el cigarro electrónico, aconsejó irónicamente a PSOE y PP que canten al unísono el "Juntos, café para dos, fumando un cigarrillo a medias". Entonó la melodía, el ambiente se distendió momentáneamente y Caballero lo felicitó "por la interpretación". Los populares, a los que el BNG censuró que "ahora son blanditos", asistieron en general como espectadores a los rifirrafes y se limitaron a contestar a los nacionalistas que "el Bloque apoyó la elección del alcalde y todas sus políticas estos siete años".

Silva, por su parte, tildó de "demagogos" a los nacionalistas y sostiene que "obedecen órdenes de sus jefes en Santiago", además de afearles que con su negativa a negociar el presupuesto "incumplen el compromiso con sus electores". La edil rescató una cita de Lincoln para señalar a Veloso que "hay momentos en que es mejor no mover los labios". La respuesta de la portavoz nacionalista fue otro síntoma de la tensión: "¿Me está mandando callar?", le replicó. En esa línea transcurrió todo el debate.