En enero de 2013 una céntrica y emblemática farmacia ubicada en la Porta do Sol de Vigo entraba en concurso de acreedores. La botica se convertía así en la primera -y única por ahora- de la ciudad olívica en verse obligada a esta medida agobiada por las deudas con entidades bancarias y proveedores. Inmersa en esta situación, el pasado verano lograba en un principio superar el proceso gracias a la aprobación de un convenio que tuvo el visto bueno del 78% de los acreedores. Afrontaba así una nueva y vital fase, la del cumplimiento del plan de pagos. Pero finalmente la farmacia no ha podido evitar la liquidación. La "imposibilidad" de llegar a un acuerdo con el principal fiador, un banco, han provocado este escenario, según el abogado del boticario. "Ahora el objetivo es mantener la actividad y los trabajadores para evitar el cierre, despidos...", explica el letrado, quien señala que el establecimiento, "inevitablemente", deberá salir a subasta pública. La botica sigue abierta con normalidad. "Intentaremos que siga así para que quien la adquiera lo haga en bloque, con los empleados, y con la farmacia en funcionamiento", concreta.

La fase de liquidación de la botica se abrió a solicitud del propio farmacéutico "por imposibilidad de cumplir el convenio aprobado", según el edicto publicado por el Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, el 10 de febrero. En el mismo escrito se procedía a "acordar la suspensión de las facultades de administración y disposición del concursado sobre su patrimonio", para pasar a ser ejercidas por el administrador concursal. Tras la apertura de esta fase, ya se ha procedido a la presentación del plan de liquidación, según un nuevo edicto de este martes 25 de marzo. El deudor, los acreedores y los trabajadores tienen un plazo de quince días para "formular observaciones y propuestas de modificación" al citado plan elaborado por la Administración concursal.

El abogado del farmacéutico explica que el motivo de entrar en liquidación fue la "imposibilidad" de llegar a un acuerdo con el banco con el que su cliente tiene la mayor deuda. "Queríamos ampliar el plazo de pago para que las cuotas fueran más pequeñas, pero no lo admitió (la entidad)", relata el jurista. Con el resto de acreedores, según señalaron otras fuentes, sí había acuerdo.

La farmacia se creó en 1933. Su actual propietario la compró en 2009, sucediendo así a tres generaciones de la familia Bernardo Borrajo. El elevado gasto de la adquisición de la botica, junto a la crisis y la posterior caída de ventas debido a normativas como la bajada del precio de los medicamentos o la entrada en vigor del copago fueron las causas que llevaron a esta farmacia al concurso de acreedores y ahora a su liquidación.