Bares, restaurantes y taperías, pero también tiendas de alimentación, floristerías o fruterías. El Casco Vello es otro muy diferente al que languidecía hace apenas una década. Las licencias de actividad concedidas durante los últimos años por el Concello demuestran que se ha recuperado el dinamismo comercial en el barrio histórico y todo apunta a que, con la apertura de nuevos servicios públicos y privados, la recuperación integral será una realidad antes de lo previsto.

Las inversiones realizadas por las administraciones han servido como espoleta para que la barriada vieja y depauperada que apareció hace solo seis años en un programa televisivo se haya convertido en una de las zonas más prósperas de la ciudad. El avance se puede palpar con un simple paseo por los entornos de las plazas de la Constitución, Princesa o Colegiata, pero también lo indican las cifras que se manejan en el Ayuntamiento.

La Gerencia de Urbanismo registró el año pasado un aumento del 24,5 por ciento en las solicitudes de licencias para la apertura de establecimientos. En total, concedió 23 permisos de actividad en 2012, cifra que se fue hasta las 33 licencias, diez de ellas con obra, para abrir nuevos establecimientos en 2013. El porcentaje respecto al total se mantuvo durante los dos años en el 14 por ciento, un dato muy alto considerando que no se trataba, hasta ahora, de una de las principales zonas comerciales de la ciudad.

En el registro de las peticiones recibidas en Praza do Rei destaca sin duda la parte alta del barrio, donde la labor del Consorcio Casco Vello se deja notar. Así, la rúa Abeleira Menéndez concentra gran parte de las licencias concedidas en estos dos últimos años para la apertura de una tienda de productos gallegos, otra de alimentos o una galería de fotos. Pero dos de los permisos de actividad destacan muy por encima del resto por suponer la remodelación de edificios históricos y aportar una nueva visión de la zona.

Parque y Registradores

Se trata de la sede del Parque Nacional Illas Atlánticas, en la rúa Palma, en un edificio situado justo al lado de la Concatedral. Las actividades y el polo de atracción que genera ya ha supuesto un impulso para las calles adyacentes, con aperturas de varios restaurantes a escasos metros. Eso mismo parece que ocurrirá en la rúa Real con la instalación de los Registros de la Propiedad. La rehabilitación de los tres edificios está muy avanzada y los registradores podrán trasladarse este mismo año al Casco Vello, lo que generará un movimiento no conocido en la calle desde hace décadas.

En cualquier caso, los alrededores de la plaza de la Constitución siguen siendo los más activos comercialmente. Cesteiros, Palma, Porta do Sol y Princesa acumulan una decena de nuevas licencias concedidas en estos dos años. La próxima reapertura de La Central, ubicada entre Constitución y Triunfo, se convertirá en otro empujón a la plaza más visitada del barrio viejo. El restaurante que funcionaba en la Casa Pereira de Castro, declarado monumento histórico artístico en 1946, está cerrado desde hace cuatro años, pero ya tramita las autorizaciones de Patrimonio para reformar el interior.

Curiosamente, la calle en la que más establecimientos han cerrado en los últimos tiempos también es una de las que más licencias de actividad recibe. En Elduayen, donde la crisis hizo estragos en el último lustro, se han abierto varios negocios. En el Paseo de Alfonso XII también existen varios permisos de obra y el listado de zonas con más solicitudes lo completan calles como Teófilo Llorente, Carral, Santiago y Real.

En los primeros meses de este 2014 ya se han tramitado también varias licencias de actividad para calle como Ferrería o San Sebastián, donde los bajos comerciales del Consorcio Casco Vello han permitido reactivar la zona. Está previsto que otros seis establecimientos salgan a concurso a medida que se rehabiliten edificios en ruinas.