Entre alerta naranja y roja. No hay tregua en la costa Atlántica azotada ayer por los fuertes vientos de la borrasca Qumaira que azotó las zonas altas de Vigo con vientos de hasta 116 kilómetros por hora y ocasionó destrozos en docenas de edificios con ráfagas de entre 90 y 100 km/h en plena ciudad. Entre Policía Local y Bomberos atendieron un centenar de incidencias en apenas seis horas. Se registró un corte de luz que afectó a 190 hogares en la parroquia de Valladares, se suspendió el transporte de ría y Aena desvió a Santiago tres aviones procedentes de Madrid.

En esta ocasión el peligro no fueron las precipitaciones, sino el fuerte viento que puso a prueba los tejados de los edificios más expuestos de Vigo. Las salidas de los Bomberos comenzaban sobre las diez de la mañana coincidiendo con el registro más alto de viento detectado en la estación de Meteogalicia en el campus: 116 km por hora. En los centros de Bouzas y el Puerto de Vigo el viento alcanzó una velocidad de 98 km/h.

En tierra estaba decretada alerta amarilla y naranja en el mar, con una previsión de olas de entre cinco y siete metros de altura que obligaron a suspender el transporte de ría entre Vigo y O Morrazo.

Uno de los primeros avisos a los Bomberos fue desde el centro de salud de Beiramar, donde una ventana amenazaba con caer a la vía pública. Fue reforzada por los servicios de mantenimiento. Los efectivos se desplazaron poco después a la avenida de Madrid, que estuvo momentáneamente cortada por la caída de una valla publicitaria en torno a las 11.10 de la mañana. Las alertas se repetían sin descanso desde Clara Campoamor y Falcoido para retirar árboles de la calzada y desde Urzáiz 89, en la plaza de Fernando el Católico, para retirar chapas sueltas del tejado de un edificio.

En la calle Burgos también se dio aviso por el posible desprendimientos de unas uralitas, al igual que en la calle Raposeira, donde salieron a la calzada restos del bazar chino incendiado el pasado fin de semana. A Ricardo Mella también se acudió a retirar placas rotas de un tejado y en la calle Oporto a asegurar una persiana que amenazaba con caer sobre la acera, según información del parque central, que enlazaba un servicio con otro sin descanso.

Avisos por desprendimientos en edificios se reprodujeron en Travesía, a la altura del 213, en Plaza América y en Teixugueiras,donde hay varios bloques con problemas de mantenimiento. En López Mora la circulación se vio dificultada por la presencia de contenedores sobre la calzada, mientras que ya a las 14.35, fue una antena de televisión la que movilizó a un camión hasta el número 30 de la calle Carral.

A partir de las 15.30 el viento volvió a soplar con fuerza, rozando los 100 kilómetros por hora en el casco urbano, lo que aceleró de nuevo las salidas de Policía Local y Bomberos a asegurar una cubierta a la avenida de Galicia, revisar las macetas del mobiliario urbano de la calle Andalucía tras la caída de una de ellas, o a retirar las chapas de una cubierta en la calle Zamora 88 a las cuatro y veinte de la tarde y tras haber estado en Falperra por la caída de unas tejas.

Pese a la virulencia del viento y la docena de intervenciones por hora que de media se registraron, desde la Policía Local informaban de que el temporal no dejó ningún herido.

Ayer también trascendió que tres policías portuarios rescataron el martes por la noche a un hombre que cayó al agua en la dársena de A Laxe. El aviso lo dieron desde el centro comercial, y se trataba de un hombre de nacionalidad rusa de 30 años tripulante del buque "Gerda", que se encontraba atracado en el Muelle Transversal.