El autor pontevedrés de proyección más internacional, Jorge Castillo (Pontevedra, 1933) ha donado una obra pictórica al Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), que se expondrá en el nuevo hospital aunque su ubicación aún está por determinar, según confirma en Sergas. Se trata del último legado del reconocido pintor a la ciudad, ya que actualmente Castillo se ocupa en retratar los gélidos parajes de Suecia, caballete en mano, desde la ciudad de Helsingborg donde ha establecido su residencia y estudio.

Esta acuarela, llamada "Escultura del Mar", fue pintada en la etapa del pintor en Berlín en 1970 y fue cedida de forma gratuita a finales de 2013. De hecho, la consellería de Sanidade eligió esta colorista obra para hacer serigrafías con las que obsequió como regalo institucional en un acto a quienes se jubilaron en el Chuvi el pasado año. Hoy en día, la obra de Jorge Castillo figura en museos de todo el mundo, desde Estados Unidos a Jerusalén.

Este artista universal fue premio Laxeiro, pintor del que fue también amigo personal. Y fue galardonado durante el encuentro anual de los amigos y familiares de Laxeiro en 2013; justamente el día en que este cumpliría 105 años. Esa era una de las últimas visitas de Castillo a Vigo. Visiblemente emocionado, el artista recibió el premio de manos del alcalde Abel Caballero y ante la presencia del conselleiro de Cultura, Xesús Vázquez. "Tiene un gran valor afectivo para mí porque quería mucho a Laxeiro", declaró, tras recordar la dilatada relación que mantuvieron y que comenzó en Buenos Aires, a donde Castillo emigró siendo un bebé.

La obra de Castillo se abrió caminos en toda Europa y en Nueva York en los años finales de la década de los sesenta.La primera monografía sobre el artista fue firmada por Wernwe Haftmaum, en 1982. Es un dibujante excepcional y un artista de exquisita sensibilidad. Sus gamas neutras, en las que abundan negros, tierras y ocres, dan a su obra un extraño misterio, según asegura su biografía en la colección Novacaixagalicia.

El profesional y amigo de Castillo, Manuel Landeiro, lo define en estas palabras: "Jorge es un artista completo, a sus 80 años, en plenitud, el de todas las tendencias, el de todos los géneros, todos los estilos fundidos en una sola persona, en un gran artista, pero un gran desconocido en su tierra", asegura. "Es un hombre de retos, de vida intensa, vitalista, generoso, sorprendente pero, sobre todo, una gran persona. Amante de su familia, amigos y su tierra, a la que siempre vuelve cuando sus compromisos lo permiten. Su obra es inspiradora, inconfundible, cautivadora, llena de matices, de detalles, de vivencias, de sensaciones y sentimientos", explica.