Jenaro de la Fuente Domínguez no pudo acabarlo en vida, tal y como la había soñado, pero 120 años después su proyecto será realidad. La Casa de Lorenzo Rodríguez, construida en 1893 en la esquina de la calle Elduayen con Porta do Sol, volverá a lucir como en su día la diseñó uno de los arquitectos a los que Vigo debe gran parte de sus obras de referencia. A finales del siglo XIX, el proyecto se quedó a medias y la gran galería que había pintado se quedó sobre el papel. Ahora, tres arquitectos vigueses se disponen a rescatar el espíritu del genial artista con la rehabilitación del edificio de corte eclecticista que se encuentra actualmente abandonado y en ruinas.

La memoria realizada por el que entonces era director Facultativo de las Obras Municipales -había llegado a la ciudad en 1874- dejaba claras sus intenciones. "Pretender formar un chaflán afearía por modo notable en ornato. Por su escasa superficie y emplazamiento privilegiado se proyecta como desahogo la galería y lunetas del ático", aseguraba Jenaro de la Fuente cuando en 1892 los hermanos Lorenzo Rodríguez compraron el pequeño solar al Concello y le encargaron la construcción.

Esa galería de madera blanca y las lunetas del ático son las que ahora se levantarán conforme a la idea original. Los responsables de que el sueño del arquitecto se cumpla son la promotora Elduayen C.B., cuyos propietarios residen en Silleda, y los arquitectos vigueses Santiago Castro Paz, José Antonio González González y Francisco Mariño Mendoza. El edificio ya cuenta con licencia municipal y será totalmente rehabilitado para una planta baja comercial, entreplanta, dos alturas más y bajocubierta, de forma que se construirán un total de 270 metros cuadrados con cuatro estudios.

Ejecutada en doce meses

La obra, presupuestada en unos 300.000 euros, comenzará el próximo mes de marzo y está previsto que concluya en poco más de doce meses, por lo que en el verano de 2015 ya debería lucir en pleno centro de la ciudad. El propio estudio de arquitectura era dueño del inmueble y pretendía instalar allí su despacho, pero la falta de espacio les llevó a venderlo a la promotora hace más de diez años. La tramitación administrativa fue muy compleja pese a que la protección de la pieza en el Plan Especial de Reforma Interior del Casco Vello (Pepri) se elaboró con las propias aportaciones de los dueños. El arquitecto Rafael Cabeza se encargó del proyecto básico de rehabilitación en 2001 para convertirlo en oficinas, pero la idea no salió adelante y ya no se retomó hasta 2012, cuando se presentó el proyecto de recuperación para viviendas. Santiago Castro y Francisco Mariño serán ahora, tras la concesión en diciembre de la licencia municipal, los directores de la obra.

"La fachada será recuperada devolviendo a su estado original los vanos de la planta baja, así como la eliminación de la marquesina, el letrero publicitario del local comercial y demás elementos extraños", explican. Se ejecutará la limpieza de piedra y de barandillas, pero la joya de la corona son las galerías tradicionales que diseñó Jenaro de la Fuente y que nunca, sea por falta de presupuesto o por otros motivos que desconocen, llegaron a construirse. "La carpintería de madera será blanca con los vidrios originales, recuperando el remate que tenía el proyecto que llegaba hasta el bajocubierta de la calle Elduayen", apunta Francisco Mariño.

El plan urbanístico les permitía aumentar una planta, lo que tapará parte de la medianera que afea el conjunto, pero los arquitectos han diseñado una cubierta de zinc sobre un tablero de madera gris transventilado para no alterar en gran medida el volumen del edificio.

Otro de los aspectos que destacan es la escalera interior de madera. Hecha en teca, se desmontará la barandilla por piezas para conservarla e instalarla de nuevo al finalizar. "Hoy en día sería imposible que alguien nos hiciera algo parecido", exclaman. Además, se abrirá un lucernario sobre las escaleras mediante un hueco alargado a modo de cuello de botella.