La Autoridad Portuaria de Vigo plantea erigir un memorial de la historia del cable inglés en la ciudad olívica y ajardinar la zona de los silos vacíos donde en su día su expresidenta Corina Porro proyectó unas fuentes cibernéticas, y que ahora permanece precintada por el Ayuntamiento.

El presidente del puerto vigués, Ignacio López Chaves, ha explicado en rueda de prensa que informará del proyecto, cuyo coste oscilará entre 130.000 y 150.000 euros, al Ayuntamiento, para evitar precisamente el proceso judicial que derivó en el desestimiento de las fuentes cibernéticas y el precinto de esa zona.

López Chaves ha confiado en que la corporación no ponga pegas a esta nueva actuación porque no precisará de obra pública, a diferencia de otros proyectos paralizados por los que la Autoridad Portuaria aguardará a la aprobación definitiva del plan de usos portuarios.

El presidente de la terminal olívica ha aducido además a razones de seguridad y de estética, por cuanto la de los silos vacíos es "la primera imagen de la ciudad" que perciben los cruceristas, y la intención es tener ese espacio rehabilitado para la escala que hará en octubre el Oasis of the seas, el mayor crucero del mundo.

La actuación consistirá en cubrir los silos con superficie ajardinada y habilitar en los alrededores un parque con bancos y un paseo, además del citado memorial de los cien años de historia del cable inglés en Vigo, que podría incluir un haz de luz proyectado al cielo.

Se trata de rememorar la implantación en Vigo desde 1873 y durante una centuria de la Eastern Telegraph Company, para tender el primer cable telegráfico submarino que unía Europa con el resto del mundo.

James Skinner, excónsul británico en Vigo y extrabajador del cable inglés durante 41 años, ha detallado que los silos que hoy permanecen vacíos y abandonados en un lateral de la terminal de transatlánticos que acogieron en su día los cables coaxiales que sustituyeron a los de telégrafo.

José Ramón Cabanelas, autor del libro Vía Vigo, que rememora los cien años de estancia de la Eastern Telegraph Company en Vigo, ha considerado que la puesta en valor de este legado supone "recuperar parte de la historia" de la ciudad, por lo general "maltratada" desde su punto de vista.