Vigo desmiente uno de los tópicos más arraigados sobre su población. Aunque ha sido tradicionalmente lugar de acogida para miles de familias y trabajadores procedentes de todo el sur de Galicia y de localidades próximas, ahora mismo esta movilidad es mucho menor y el 58,9% de sus vecinos pueden considerarse "autóctonos". Las estadísticas han dado un vuelco en las últimas dos décadas y en la actualidad casi seis de cada diez habitantes nacieron en el municipio y siguen residiendo aquí. Tal ha sido el cambio que Vigo se sitúa en segunda posición entre las urbes gallegas después de Ferrol como la que logra retener a un mayor porcentaje de población al tiempo que se reduce el volumen de vecinos que el Instituto Galego de Estadística (IGE) considera "extranjeros".

Bajo este epígrafe se incluye tanto al 24,2% de los censados que nacieron en otro municipio gallego y emigraron hacia Vigo en busca de oportunidades laborales, como al otro 16,9% de vecinos que han llegado de cualquier otro punto de España o de algún país de fuera. Los que vienen son un grupo cada vez menos importante, mientras que los que deciden quedarse siguen en aumento imparable desde los 168.911 habitantes de Vigo nacidos en el Chuvi que contabilizaba la ciudad en 1991, hasta los 175.142 censados al cierre de 2012, último ejercicio analizado.

Esta es solo una de las conclusiones del "Panorama de los siete grandes concellos de Galicia" que publicó ayer el IGE y que revela que el ejemplo contrario al de Vigo y Ferrol se encuentra en A Coruña y Ourense, donde menos de la mitad de la población nació en el mismo municipio y decidió quedarse. Pontevedra se sitúa en la parte alta del ranking con un 57,6% de población nacida en la misma ciudad del Lérez.

A nivel autonómico, el estudio del IGE concluye que el 56,8% de la población gallega reside en el mismo concello en el que nació, el 30% en otro punto de Galicia, y solo un 13,2% llegó de fuera. Como cabría esperar, son las ciudades las que acogen a mayor número de "extranjeros" y es Vigo la que encabeza esta lista con casi un 6% del total, seguida de Lugo, con un 5,6%.

Otra conclusión clara que se extrae del análisis del organismo autonómico es que Pontevedra y Vigo son las ciudades gallegas más jóvenes, con una edad media de de la población masculina de 40,4 y 41,4 años, respectivamente, y de 43,9 y de 45 en el caso de las mujeres. La medida gallega se eleva por encima de los 45 años para el conjunto de la población.

Esto se debe a que las ciudades del sur junto con Santiago y Lugo presentan una estructura por edades menos envejecida que el conjunto gallego. En el caso de Vigo un 13,1% de sus vecinos se sitúa por debajo de los quince años, el 68% figura entre esta franja y los 64, y un 18,9% supera la edad de jubilación, grupo que se eleva hasta un 22% del total de habitantes en A Coruña y al 24,6% en Ferrol.

Tener una sociedad más joven contribuye a mantener por debajo de la media la tasa de mortalidad. En el conjunto de Galicia alcanza las 11 por cada mil habitantes, mientras que en Pontevedra y Vigo se sostiene en 9,5 y 9,6 por cada mil vecinos.

Vigo es la que para atender a sus más de 297.000 vecinos tiene más inmuebles residenciales, que representan un 63,6% del total. En A Coruña y Ferrol los edificios destinados a viviendas rozan el 75% pese a tener menos censados, mientras que en Ourense hay muchas más edificaciones y solo la mitad son viviendas.