El Blue Marlin ya marcha rumbo a Melbourne cargado con el casco del buque de la Armada australiana LHD Adelaide tras completarse con éxito una operación sin precedentes en la Ría de Vigo. El carguero soltó amarras ayer noche con más de un día de adelanto, ya que los operarios del astillero Freire que trabajaron a destajo en la fijación del barco anfibio al semisumergible terminaron la tarea antes del calendario estimado y la naviera Dockwise decidió anticipar la salida ante la llegada de un frente tormentoso. Todo el proceso ha marchado sobre ruedas y quedó cubierto en nueve jornadas, seis menos de lo que duró en agosto de 2012 el embarque del ADHL Canberra, gemelo del Adelaide, en Punta Langosteira. Este se prolongó hasta las dos semanas para reparar los daños estructurales provocados en el buque en la accidentada maniobra debido al oleaje y las fuertes mareas.

El carguero que porta al Adelaide zarpó ayer a las 22.00 horas del muelle de trasatlánticos. A mediodía los operarios habían terminado de apuntalar el descomunal casco del buque, de 230 metros de eslora, al Blue Marlin, y finalizaron la recogida del material, con lo que todo quedó a punto para la partida. Tanto la maniobra de embarque como todo el trabajo de fijación en puerto se desarrolló sin incidencias. Durante seis días, divididos en dos turnos entre las siete de la mañana y las once de la noche, un centenar de operarios sujetaron el buque anfibio construido en los astilleros ferrolanos de Navantia al carguero para evitar que se desplace durante la travesía. Emplearon para ello 700 toneladas de acero y soldaron 44 puntales a cada costado, además de seis apoyos específicos a ambos lados de proa y popa, y doce sujeciones en los dos márgenes de la quilla.

La previsión es que el Adelaide llegue a puerto el 8 de febrero, según la estimación de la naviera Dockwise, que quería adelantarse al frente y tratar de llegar al sur de Portugal en el menor plazo posible. Veintidós El trayecto se realizará sin escalas y con una velocidad media de 11 nudos para entrar a mediados de febrero en la bahía de Melbourne.

El director de la naviera para el embarque del buque australiano, Frank Berrens, ya había destacado en una entrevista concedida a FARO el éxito de la operación, ratificada con la celeridad con la que se ha producido la marcha del Adelaide. El proceso arrancó el lunes de la semana pasada, cuando el Blue Marlin, fondeado en la Ría, el Blue Marlinempezó a sumergirse hasta una profundidad de 23 metros llenando sus tanques de lastre y dejando solo fuera del agua el puente y las torretas de popa.

Cuatro remolcadores trasladaron el casco del buque militar al lugar en el que esperaba el semisumergible y, tras esperar a que el viento amainase y el mar quedase en calma, a mediodía del martes lo colocaron encima. En cuatro horas ambos barcos quedaron ensamblados y el Blue Marlin empezó a emerger para trasladarse con el Adelaide a puerto. Allí quedaba por realizar la otra pata de la operación, el trabajo para soldar ambas estructuras con vistas a cubrir con garantías la larga travesía. Los operarios del astillero vigués han realizado la tarea de manera intensiva y eficaz, en menos tiempo del estimado.