Tratan día a día con pacientes que acuden a sus consultas con "miedo". ¿Tendré un tumor? ¿Será maligno? Una mancha en el pulmón o la presencia de un derrame de líquido pleural -una acumulación anormal y excesiva de este líquido en el tejido delgado que recubre la cavidad torácica y rodea los pulmones- pueden indicar la presencia de muchas enfermedades, benignas y malignas. Ahora, para afinar, los afectados tienen que someterse a diversas pruebas, algunas invasivas, como la realización de una biopsia, que implica la extracción de un fragmento de tejido y, por tanto, el ingreso en un quirófano, con la espera que eso conlleva. La respuesta siempre tarda demasiado para quien la necesita cuanto antes y no existen opciones en el mercado para abreviar el proceso.

Los especialistas del Servicio de Neumología del Área Integrada de Vigo detectaron una necesidad, "buscar métodos cada vez más rápidos, más seguros, más resolutivos y que permitan acelerar el proceso de diagnóstico con la menor invasividad posible", explica Alberto Fernández Villar, jefe de dicho servcio. Además, de eso se derivaría un ahorro al sistema sanitario y se contribuiría a su sostenibilidad, dice. Por eso, en colaboración con el Grupo de Investigadores de Bioquímica, Genética e Inmunología de la Universidade de Vigo, que dirigen los profesores Javier Rodríguez Berrocal y María Páez de la Cadena, han buscado proteínas -biomarcadores- que permitirán discernir si es o no probable que se trate de procesos malignos o benignos en función del valor que alcance en el líquido pleural o en la sangre. Solo haría falta una extracción y no habría que esperar entre "8 y 10 días para ir a quirófano".

La primera, la que permite averiguar por su aparición en el líquido pleural si este indica una enfermedad maligna o benigna, ya la han patentado en España y, tras una primera fase de "validación" en Vigo con más de 200 pacientes financiada por el Instituto Carlos III y la Xunta, ahora encaran la fase de demostración, en donde llegará a más enfermos, en los hospitales de Ourense y Santiago, para la que han solicitado también financiación al Carlos III. Esta prueba, cuyos resultados, para la "tranquilidad" del paciente, pueden conocerse en dos horas, permite en un elevado porcentaje de casos -entre un 50 y 60% de los afectados- prescindir de la biopsia, lo que ve "un avance muy grande".

La segunda, en la que el objetivo son dos proteínas en la sangre que permitan discriminar la presencia de un cáncer de pulmón, se halla en una fase menos avanzada -han presentado la solicitud para la patente-, pero están "esperanzados de que los resultados sean tan buenos como con el primero", explica.

Además de mejorar la vida de los pacientes, acelerar los diagnósticos y ahorrar costes al sistema, el hallazgo de estos biomarcadores también puede ser rentabilizado comercialmente, ya que en este momento no existen métodos similares a los que ellos proponen. Por eso, subraya Fernández Villar, consiguieron la patente del primero en España. No obstante, y aunque su fin "primordial" es mejorar la asistencia a sus pacientes -la investigación, afirma, solo supone el 20% de su tiempo-, este especialista avanza que el equipo del Chuvi y de la Universidade de Vigo aspira a que sus métodos también puedan redundar económicamente en el Sergas, que es quien financia, junto a la Carlos III, sus investigaciones.

También el Sergas busca rentabilizar las investigaciones de sus centros. Contratará a una consultora para que analice cuáles tienen potencial de mercado y ayude a comercializarlas. El equipo de Fernández Villar ha presentado los dos proyectos, ambos de "interés comercial", para ver si son seleccionados. La idea, explica, es que "aparte de su aplicación inmediata a los pacientes, a través de un posible kit, se beneficie el sistema sanitario consiguiendo más recursos para reinvertir en él". Además, el del líquido pleural está tan avanzado que "podría estar comercializado en tres o cuatro años", señala, un tiempo breve desde la génesis del proyecto, en 2010.

Las dos propuestas que presentan tienen "un componente importante de innovación" y además se trata de una investigación traslacional, que puede aplicarse en poco tiempo. "Si la consultora cree que la innovación es buena, ayudará al desarrollo comercial y a buscar empresas que quieran comprarle este método al Sergas, incluso a lograr una patente internacional", explica. Lo que buscan es que la consultora les ayude, si son elegidos, a trasladarlo al paciente "lo más rápido posible".

"Es bueno que las investigaciones en el ámbito sanitario contribuyan a su autogestión, sobre todo en una situación de contención del gasto", señala este médico. Además, añade, "también es una cuestión de imagen que las investigaciones del Sergas tengan un interés comercial y sean referentes en publicaciones científicas".