La paradisíaca lengua de arena que hermanó a las dos islas centrales del archipiélago de Cíes -Monteagudo y Faro- sufre una infección grave en una de las zonas más sensibles de este singular ecosistema: el Lago dos Nenos. La acumulación de sedimentos en el fondo de este remanso acuático antaño comedero y criadero de las especies insulares más significativas amenaza su existencia. Los efectos más evidentes de la enfermedad -pérdida de profundidad y ausencia de vida- han activado todas las alarmas en el Parque Nacional al contagiarse ya a un extremo de la emblemática playa de Rodas. Al SOS lanzado desde el territorio protegido ha reaccionado la Universidad de Vigo con un proyecto que ataca directamente al foco del problema: el dique construido en los años 40 del siglo pasado para garantizar la circulación de personas entre ambas ínsulas. El eje de la propuesta se apoya en un sistema de compuertas que permitiría una regulación controlada de la entrada de agua de mar a la laguna, clave en la regeneración de un espacio considerado turísticamente como la postal caribeña de Galicia, y explotada como tal en infinidad de imágenes publicitarias.

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