Primero, la verificación técnica. Después, los entrenamientos y, una vez todo está a punto, comienza la carrera. La "III Baixada de Carrilanas Cidade de Vigo" concentró un total de 75 vehículos de distintas clases -con ruedas de goma, con rodamientos, de madera, individuales y colectivos-, que compitieron en la tarde de ayer en sus respectivas categorías, siendo premiados los 3 más veloces de cada una de ellas.

Los ganadores podrán presentarse al campeonato gallego de esta modalidad, de la que todavía no se conoce fecha. Por el momento, pueden sentirse orgullosos de haber sabido aprovechar la inercia de la bajada para conseguir velocidades de hasta 70 kilómetros por hora. Aunque no solo consiste en ser el más rápido: en circuitos rurales de estas características, es necesario ser sagaz, trazar las curvas y evitar la cuneta. Algo que han conseguido la gran mayoría de los participantes, ya que solo se ha registrado un leve accidente.

La competición se desarrolló en la Subida ó Campaneiro y el Camiño da Capela hasta el pabellón polideportivo de la parroquia donde tuvo lugar la entrega de premios de la mano del Alcalde de la parroquia viguesa.