Los empleados de Povisa acordaron ayer desconvocar la huelga indefinida que iniciaron hace dos semanas. El comité de empresa tomó la decisión horas después de saber que el Juzgado de lo Social número 5 había estimado el recurso presentado por la plantilla -en el que se pedía que se anulase la aplicación del convenio provincial- y, en consecuencia, que la dirección prorrogará su antiguo marco laboral hasta que se firme uno nuevo. La empresa ya avanzó que "estudia" recurrir la sentencia.

Aunque el comité de empresa aprobó ayer suspender su paro indefinido, la convocatoria seguirá abierta de forma oficial hasta el domingo a las 22.00 horas. A partir de entonces los servicios podrán funcionar con normalidad. Desde CC OO se avanzaba, no obstante, que los piquetes y medidas de presión cesarían en las últimas horas.

Los sindicatos convocaron la huelga el pasado lunes 19 en protesta por la aplicación -desde el 24 de julio- del convenio colectivo provincial. Según sostiene el comité ese nuevo marco supone una rebaja media de sus salarios del 40%. El hospital decidió adoptar la norma que rige en todo el territorio de Pontevedra al no alcanzar un consenso con sus empleados.

La noticia de la sentencia del Juzgado de lo Social llegó mientras comité y dirección negociaban un incremento de los servicios mínimos. La cita fue suspendida de inmediato. Poco después de conocer el fallo la empresa informaba de que acata la decisión judicial y que retomará el antiguo convenio "con efectos retroactivos" desde el 24 de julio. Así mismo adelantaba que el hospital "estudia la posibilidad de recurrirla".

Los sindicatos añaden por su parte que, tras el fallo judicial, la huelga iniciada el día 19 pierde su razón de ser. "Fue convocada para echar abajo el convenio provincial, por eso ahora tiene que desconvocarse", anota Chus Neira, de CIG. Desde CC OO, su portavoz en el comité, Xurxo Cabral, avanza no obstante que no se descarta un nuevo parón. "Esperamos que el día 15 de septiembre se retomen las negociaciones; de no ser así adoptaremos medidas", añade.

Según recoge el auto judicial, Povisa se rige por un convenio colectivo propio desde -al menos- el año 1996. Ese marco laboral recoge en su artículo 5 una cláusula de ultractividad con "una redacción literal que ha permanecido invariable" y que reza: "El presente convenio, terminada su vigencia, continuará en vigor en su totalidad hasta que sea sustituido por otro".

El último acuerdo alcanzado data de 2009 y era válido hasta 2011. En julio de 2013 -después de denunciar el convenio en septiembre de 2011 y tras más de 20 reuniones bilaterales "sin que fructificara un acuerdo total o parcial"- la empresa comunicó a Trabajo que, si no alcanzaba un pacto antes del 23 de julio, entendería "superado el orden normativo plasmado en el convenio" de 2009 y 2010 y aplicaría el provincial.

En su exposición el juzgado recuerda que el Estatuto de los Trabajadores establece que "transcurrido un año desde la denuncia del convenio colectivo sin que se haya acordado uno nuevo o dictado un laudo arbitral, aquel perderá, salvo pacto en contra, vigencia y se aplicará el de ámbito superior". La empresa exige así mismo la anulación de la cláusula de ultractividad ya que, sostiene, la reforma de 2012 restringe a un año su tiempo máximo de aplicación.

Este primer fallo concluye de momento que el texto pactado en 2009 goza de "vigencia total" y obliga a Povisa a restituirlo "hasta su sustitución por otro convenio".