"Fue una decisión técnica totalmente lógica porque todo el sector sabe de los riesgos que pueden conllevar este tipo de maniobras en el Puerto Exterior de A Coruña, y sobre todo ajena por completo a cualquier tipo de presión de los compañeros de los astilleros vigueses". Así de contundente se mostraban ayer desde el Comité de Empresa de Navantia sobre las insinuaciones lanzadas desde la Autoridad Portuaria de A Coruña de que el sector naval vigués habría presionado, incluso a nivel político, para que tanto la grada ferrolana como la naviera Dockwise descartasen realizar el embarque en Langosteira en beneficio de Vigo.

Fuentes del sector naval olívico reconocieron a este periódico que la maniobra prevista para finales de diciembre podría contar con la participación de empresas de la ciudad "pero nada relevante". "Más bien es una buena imagen para el Puerto de Vigo y un tortazo al Puerto Exterior de A Coruña", sentencian.

"No vamos a entrar en eso"

Sobre la razón principal que llevó a las empresas a renunciar a Langosteira, su inseguridad, la Autoridad Portuaria coruñesa mantiene silencio. Y del "no tenemos constancia", como manifestó un portavoz el día anterior, pasó ayer a despachar la pregunta con un "no vamos a entrar en eso". Para este organismo portuario, las veinte operaciones que se han registrado desde aquel mes de agosto de 2012 en el que el buque Blue Marlin cargó sobre su plataforma el barco de la Armada australiana, el Canberra, representan un aval de que la dársena exterior está disponible para acoger nuevas maniobras.