El Náutico fija la vista en el futuro. Con el riesgo del concurso de acreedores ya conjurado el club comienza a plantear cómo asentar su viabilidad. Y una de las primeras decisiones atañe a las dársenas deportivas de A Laxe y As Avenidas. Para relanzar su demanda el colectivo plantea sacar al mercado este mismo mes una nueva fórmula de alquiler: el arrendamiento a seis meses. Hasta ahora los usuarios que deseaban hacerse con un amarre en cualquiera de sus marinas tenían tres opciones: reservarla por un mes, un año o una década. La nueva "receta" permite amarrar la embarcación entre agosto y enero o febrero y julio.

El equipo de Viviana García estudia además una bonificación para los alquileres de medio año. A la espera de que se concrete, la rebaja podría oscilar entre el 5 y el 10% de una cuota mensual. Según las tablas que figuran en la web del club, reservar un amarre de 8 metros durante 30 días cuesta 188 euros; 266, si el tamaño es de 10 m; y 390 y 486 si las dimensiones son, respectivamente, de 12 y 14 m. Los precios para el arrendamiento anual ascienden, en ese mismo orden de tamaños, a 2.250, 3.188, 4.680 y 5.828 euros. El colectivo ofrece tarifas además para naves de 16 a 22 m de eslora.

La directiva también analiza otras fórmulas capaces de despertar el atractivo de sus usuarios. Entre las ideas que hay sobre la mesa figuran, por ejemplo, autorizar con unas reglas "claras" y "siempre cumpliendo las normas del club" el realquiler de amarres o repensar -para los usuarios que lleguen en el futuro- la modalidad del arrendamiento por un lapso de 10 años. El objetivo es activar la demanda de las marinas de A Laxe y As Avenidas lo antes posible.

En la actualidad el puerto deportivo de A Laxe, de 147 plazas, permanece con una ocupación del 60%. La filosofía del Náutico, avanza su presidenta, Viviana García, pasa por ocupar primero las plazas ya construidas e ir avanzando -a medida que se va cerrando la comercialización- en la instalación de nuevos pantalanes. "Nos adaptaremos a la oferta", concreta la directiva.

Uno de los primeros pasos para "despertar" la demanda será contactar con los usuarios que, en su momento, abandonaron el Náutico descontentos con su proyecto de las marinas. Para lograrlo el equipo de García enviará antes de que finalice el verano un correo electrónico a los antiguos clientes invitándoles a retornar al Náutico. "Intentaremos que vuelvan", comenta la responsable del colectivo. Según sus cálculos, en los últimos años abandonaron la dársena del club casi 300 embarcaciones.

Buen ejemplo de la lógica que esgrimen los gestores de la entidad son los amarres ya disponibles en As Avenidas. En los últimos meses el Náutico instalaba pantalanes para dar cobijo a 21 embarcaciones. A fecha de hoy todas permanecen ocupadas. Entre las intenciones del emblemático colectivo destaca la de dotarse de plazas para naves de menor eslora -6 y 7 m- y también otras con una dimensión de 12 m. El reto, coinciden, es ajustarse al mercado actual.

El puerto deportivo juega un papel clave en el plan de viabilidad con el que el club consiguió eludir el concurso de acreedores. Uno de sus pilares consiste en incrementar en 120.000 euros los ingresos de las marinas. Esa "inyección" de fondos, sumada al recorte de los costes salariales en un 30%, la rebaja del canon -de 276.000 a 138.000 euros- y un exigente programa de ahorro permitirá al club liquidar en cinco años el grueso de su deuda de 4,5 millones de euros.

Desde la directiva del club anotan que ya se cerró el momento crítico; pero resta aún un trabajo intenso para cumplir el plannig. El primer reto, para 2013, consiste en amortizar 260.000 euros de facturas pendientes.