"¡Qué limpio está todo!", fue lo primero que destacó la australiana Lindsay Marshall sobre Vigo. Ella es la autora de la guía de tiburones que aporta las fotografías de especies que se incorporan al software desarrollado en Vigo por el profesor de la Facultad de Biología, Cástor Guisande, junto a dos alumnos becados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

La comisión de FAO, que estuvo trabajando con los desarrolladores vigueses durante esta semana, la completan los italianos Peter Psomadakis y Monica Barone. "Mi primera sensación caminando por la ciudad fue que no se percibía nada de estrés. Además, hay muy buenos servicios que parecen eficientes", son las impresiones de Psomadakis, quien también destacó que "la infraestructura del puerto es de alto nivel, como biólogos vamos a trabajar a muchos puertos por el mundo y aquí encontramos todas las facilidades para poder realizar nuestro trabajo en las mejores condiciones".

El equipo de FAO acudió dos días a la lonja de altura de Vigo para medir las aletas de los tiburones que llegaron de alta mar. "Hicimos un simulacro e introdujimos los datos que recogimos en el mercado para conocer los detalles metodológicos del software; y hemos obtenido evidencias positivas de su funcionamiento", explicó Barone. Todos hicieron referencia a la gran colaboración por parte de los responsables del puerto y los trabajadores.

El italiano, Psomadakis, ilustró así la situación del tiburón: "Con la demanda de este animal en expansión en todo el mundo, ha habido una mala explotación, incluso abuso, de algunas especies. Este programa va a ayudar a identificar y hacerse una idea más precisa de cuáles son las especies involucradas y en qué regiones". Una vez que se captura, el tiburón ya no puede devolverse al océano, por eso es necesaria la identificación previa de la especie. No se trata solo de protección, también supone un ahorro para las empresas si pueden separar la aleta del animal ya en el barco, antes de congelarlo y llegar a puerto.

La guía y el 'ISharkFin', el sistema experto para identificar de qué especie es un tiburón utilizando sus aletas, ideado por Guisande, son dos proyectos paralelos que se complementan. "Esta es la primera vez que nos reunimos todo el equipo. Este encuentro es muy importante porque hemos descubierto los puntos débiles del programa y ahora avanzamos en la dirección correcta", confirmó Barone.

El proyecto se elabora desde hace un año con la aportación de expertos de más de 70 países. La FAO ha destinado aproximadamente 100.000 dólares para esta investigación, un proceso largo debido a su complejidad. Se necesitan muchos medios técnicos y un gran equipo internacional.

Ya pueden confirmar el éxito del 'ISharkFin'. "Será posible identificar a los tiburones por fotografías. Es algo muy bueno", declaró Barone. Se trata del método más sencillo posible para que los pescadores no encuentren dificultades a la hora de realizar la identificación antes de la captura del animal.

"Existen técnicas genéticas para la identificación del tiburón pero son muy caras y a la vez se necesita bastante tiempo para llevarla a cabo. Esta aplicación, basada en la identificación de características morfológicas como el color o la forma es más intuitiva", garantizó el biólogo italiano. La comisión de FAO espera que el 'ISharkFin' esté listo para mediados del próximo año, por marzo o abril, para su uso internacional, aunque aseguran que la información se actualizará. En una primera versión, se incluirán las especies comunes; a posteriori añadirán más, cuando el método de identificación esté asentado. Eligieron Vigo para reunirse por las instalaciones de la universidad y la oportunidad de poder ir juntos a la lonja. "Aquí teníamos la posibilidad de trabajar sobre el terreno y en el laboratorio", añadió Barone. La colaboración de Vigo con la FAO continúa para el próximo curso.