Viviana García vio "la luz" cuando solo faltaban unos minutos para presentar las bodas de oro de la regata más emblemática del club, la Rías Baixas. "Recibí el aviso y cuando me senté temblaba. No me lo creía", asegura la presidenta. Rodeada por su junta directiva, atiende a FARO en el edificio social tan solo unos minutos después de anunciar que el Náutico evitará el concurso de acreedores gracias al acuerdo con NCG, el Puerto, la Seguridad Social y el restos de acreedores. "Ha sido muy duro", confiesa.

-Ha sido al límite.

-Sí, sí. Ayer (por el martes) estuvimos toda la mañana con el vicepresidente en el banco para explicarles los motivos, cómo y por qué no lo veíamos viable de otra manera. Les planteamos que el proyecto de viabilidad es austero y muy ajustado. Hemos recortado lo máximo y, si hay pasos positivos, mejor.

-¿Les llegó a preocupar la última propuesta de NCG?

-Sí, porque no entendían lo que pretendíamos. El planteamiento es serio, sabemos de lo que estamos hablando y somos capaces de conseguirlo. El banco quería mayores garantías y nos asfixiaba, pero conseguimos reconducirlo. Me alegro mucho, sobre todo por los niños de la vela, el tenis, la natación? por ellos estoy aquí.

-¿Eran las escuelas deportivas la gran prioridad?

-Sí, las escuelas y el personal. La sociedad puede pasar, pero la gente no. Lo importante son las personas.

-¿Cuál ha sido la clave?

-La constancia y la transparencia. No engañar, no lo necesitamos, no venimos por un interés económico. Los siete (directivos) que estamos aquí hemos aplicado el esfuerzo, ya no podíamos dar más de sí. Las neuronas las exprimimos al máximo para poder cumplir con todo el mundo. La plantilla ha hecho un esfuerzo muy grande y les hemos garantizado su continuidad.

-Ahora, con nueve meses de perspectiva ¿esperaba que fuera así de duro?

-Lo esperábamos las dos personas que vimos las auditorías y los informes que no se mostraron a los socios. Nos asustamos. Ante eso y el clamor del personal, también los niños? Bueno, ahora aquí estamos, metidos en el barco.

-¿Cuándo podremos decir que el Náutico ya está saneado?

-Contamos que en 2015 ya podamos darle la vuelta a la cuenta de resultados. La razón de ser de esta sociedad no es tener resultados positivos, pero sí equilibrio, permitir que los socios disfruten de un buen gimnasio. No hay que hacer obras faraónicas, hay que ajustarse a la realidad y ser conscientes. Es mejor tener algo amarrado y cuidarlo. ¡Claro que me gustaría hacer el megapuerto de Sidney! Pero ni estoy en Sydney ni tengo posibilidades económicas. Ni las tendré, no las genero.

-¿Fue ese el gran error, intentar hacer un puerto que no estaba al alcance del club?

-Siempre lo dijimos, solo hay que leer un poquito. La Xunta dice que el 85% de los barcos existentes en Galicia no supera los 10 metros de eslora. Lo siento por aquellos que digan "mira este que tiene un barco de seis metros", pero yo estoy muy orgullosa de la gente que sabe disfrutar de nuestra ría. No se trata de tener un barco muy grande, sino de cómo lo vives.

-¿Hay posibilidades de llenar esos pantalanes?

-Creo que sí. Nos queda pendiente lo del aparcamiento (en negociaciones con la Zona Franca) y seguiremos insistiendo sobre eso porque somos un equipo que no se cansa de decir lo que creemos, aunque a veces moleste. Lo siento, pero somos así.

-¿A quién le molesta?

-No, no. Digo que igual alguien se puede sentir un poco presionado, pero un puerto sin parking es complicado. La ayuda y la sensibilidad que han tenido al ajustar el canon y las tasas que puede pagar el club nos ayuda muchísimo a sacar esto a flote.

-¿Son los pequeños acreedores los peor parados?

-Hacen un gran esfuerzo y han sido fantásticos. Nos ha entendido y han sufrido. ¡Hasta el de 500 euros ha firmado el aplazamiento¡ Les tengo que dar a todos las gracias porque lo que se ve es la unión y el sentido común.

-Además de asumir el plan de viabilidad, ¿qué otros deberes pendientes tiene el Náutico?

-Hay que gestionar bien nuestras escuelas y sacarle la mayor productividad, dar mejor servicio siendo rentable. Tenemos 4.000 socios y hemos conseguido frenar la caída. Invito a todos los que se han ido porque no podía pagar la cuota a que vengan a hablar porque seguro que hay un arreglo.

-¿Se plantea pedir responsabilidades a la anterior junta directiva?

-No soy vengativa. Cada uno puede estar equivocado y siempre hay que llegar a un consenso. Lo único que queremos ahora es ver alegría en nuestro club y que los socios vuelva a disfrutar. Y que traigan sus barcos. ¿Dónde van a estar mejor?