Cuando un grupo de chicas irrumpe en el bar en el que se divierte junto a sus amigos, el joven John Nash, interpretado por Russell Crowe en Una mente maravillosa, recurre a la teoría de juegos para calcular las probabilidades de éxito del grupo con la joven más atractiva. Esta herramienta teórica, que le valió el Nobel en el 94, se utiliza en diferentes disciplinas como la economía, la biología o las ciencias políticas para estudiar situaciones en las que intervienen varios agentes y cuyo resultado final depende de las decisiones que tomen cada uno de ellos de manera individual. Un total de 160 especialistas de 25 países exponen desde ayer en Vigo las últimas aplicaciones teóricas y prácticas de este sistema, entre ellas, la asignación de alumnos a colegios, la reducción de tiempos en las colas de los aeropuertos o el análisis de un juego de mesa como el bacará.

El 9th Spain-Italy-Netherlands Meeting on Game Theory (SING9) fue inaugurado ayer en el Centro Social Novacaixagalicia por el alcalde Abel Caballero, la vicerrectora de Investigación de la Universidad de Vigo, Asunción Longo; y el profesor Gustavo Bergantiños, del comité organizador. William Thomson, de Rochester (EE UU), fue el encargado de pronunciar la conferencia inaugural.

El congreso, que se celebra por primera vez en la ciudad, reúne a expertos de varios países europeos, así como de EE UU, Australia, Japón o Brasil. La responsabilidad de la reunión ha recaído en dos grupos de investigación del campus, RGEA y SiDOR. "Es un reconocimiento al trabajo de los investigadores vigueses y supone una visibilidad internacional para la Universidad. Estas reuniones se tienen en cuenta en la elaboración de los rankings", destaca Bergantiños.

Muchas de las ponencias son de carácter teórico, pero algunos expertos presentan hasta mañana aplicaciones de la teoría de juegos a problemas reales. "Los ganadores del Nobel en Economía del año pasado, Lloyd Shapley y Alvin E. Roth, han utilizado esta herramienta para diseñar sistemas de asignación de estudiantes a centros de Boston y Nueva York, así como para el trasplante de órganos. En España, hay gente en Barcelona trabajando con hospitales en esta misma línea", apunta Bergantiños.

Las pérdidas de gas natural en la red española se traducen en un gasto anual de 5 millones de euros para las empresas. El grupo vigués RGEA ha recurrido a la teoría de juegos para determinar de qué forma debe repartirse este gasto y sus resultados ya están siendo estudiados por la Comisión Nacional de Energía para mejorar el sistema actual. "En muchas ocasiones resulta difícil identificar quién es el responsable y además los tamaños de cada empresa y también sus tuberías son diferentes en cada caso. Nosotros hemos utilizado toda esta información para buscar la pérdida razonable que podría tener cada compañía a partir de sus características. Y si se sobrepasa esta cifra, debería pagar en función de las unidades de gas perdidas. La teoría de juegos la utilizamos para definir cuál es el límite razonable de pérdida", explica Bergantiños.