La clave técnica de la misión "Galicia 3D Seismic" reside en las pistolas o cañones de aire comprimido. Estas detonaciones deben lanzarse con la suficiente intensidad como para que las ondas sonoras atraviesen 5.000 metros de columna de agua, 15.000 de sedimentos y regresen a superficie donde serán grabadas por un tren de hidrófonos remolcado por el Marcus. "Disparan cada 25 segundos a 2.000 libras de presión y durante todo el día con el barco navegando a 6 nudos de velocidad. Solo paramos si se avistan cetáceos", asegura el colombiano Carlos Gutiérrez, mecánico del buque norteamericano. En las imágenes, este técnico posa junto a una de esas pistolas y observando en el ordenador el efecto del disparo en el agua.

Es un procedimiento muy similar al seguido por los buques sísmicos de las compañías petrolíferas para localizar bolsas de gas o crudo bajo el lecho marino. Pero estas misiones con fines comerciales suelen acabar rodeadas de polémica. Los ecologistas aseguran que los disparos matan a los peces.