Han saltado como un resorte y ya piden la dimisión de la directora general de Tráfico, María Seguí, por utilizar datos erróneos para justificar la decisión de convertir en obligatorio el uso del caso para los ciclistas en las ciudades. Entre los aficionados a rodar con sus bicicletas por carreteras urbanas e interurbanas existe el convencimiento de que la medida provocará un efecto disuasorio y se reducirá el número de ciclistas en las calles.

"En Madrid nunca escuchan a los que usamos la bicicleta. Está demostrado que a mayor número de ciclistas, mayor seguridad, así que lo que deben hacer es facilitar el uso, no complicarlo", afirma José Manuel Suárez, presidente de A Golpe de Pedal, una de las asociaciones que más ha luchado en Vigo por fomentar la utilización de la bici y la creación de carriles especiales.

Los estudios que manejan este tipo de colectivos apuntan a que los países con mayor índice de bicicletas y ciclistas en sus calles son precisamente los que no obligan a utilizar casco. Holanda, Suecia, Dinamarca o Alemania son, según las asociaciones, los "ejemplos" a seguir. En el otro extremo mencionan casos muy claros en los que se ha dado el efecto contrario. "En algunos lugares como Israel o Australia ha descendido un 40 por ciento el uso de la bici desde que ha impuesto el casco", añade Suárez. De todas formas, desde A Golpe de Pedal dejan claro que "nosotros siempre recomendamos que se utilice, porque está claro que puede evitar daños en una caída, pero no vemos razones para que sea obligatorio". José Manuel Suárez asegura que "yo me lo pongo siempre y lo aconsejo, pero sin imposiciones, porque va a provocar que muchas personas renuncien a subirse a su bici simplemente porque les molesta el casco, no les apetece o no tienen y no quieren arriesgarse a la multa".

"Conductores agresivos"

Jeanne Picard Mahaut, delegada de Stop Accidentes en Galicia y Asturias, cree que "todo lo que salve vidas, bienvenido sea", pero matiza que "el problema de fondo" es otro. "Se trata de que impere la cultura ciudadana de convivencia y existen conductores agresivos que no respetan", señala la responsable de Asuntos Internacionales de la plataforma. "Sí a salvar vidas, siempre, pero yo prefiero que se aconseje o recomiende, sobre todo si creas problemas cuando haces algo obligatorio".

Jeanne Picard apuesta por la educación y la ley del respeto entre todos. "Todo es obligación, multas, radares... por qué no vamos al fondo de la historia. El asunto es que falta educación y una ciudad tiene que ser un espacio para convivir", mantiene. "También podemos obligar a los peatones o las conductores a llevar casco, pero no es la solución", indica. Tanto desde Stop Accidentes como desde A Golpe de Pedal apuestan por otras medidas como reducir la velocidad de los automóviles a 30 por hora en las ciudades.