Las instantáneas del encontronazo del domingo entre policías, vigilantes y opositores a Porto Cabral, con manifestantes zarandeando el portalón del Ifevi, vecinos encaramados a los muros y gritos en el auditorio rebasan -para la comunidad de montes de la parroquia- los lindes de lo "truculento". "Fue algo deplorable, denigrante... Jamás creía que pudiera pasar aquí", resume Daniel Doural, vocal de la junta rectora. Quien ocupa la vicepresidencia del colectivo, Claudio Cameselle, tacha el episodio de "pura sinvergüencería". Ese malestar y la convicción de que durante la malograda asamblea de Cotogrande en la que se debía votar la expropiación pactada de 300.000 m2 en Liñeiriños -que se saldó con siete policías heridos y tres detenidos- se "cruzaron límites", puede llevar a los gestores del monte al juzgado para reclamar explicaciones.

"Hay gente que realizó convocatorias para que se reventase la asamblea, sabemos quiénes son y la junta directiva estudia denunciarlos", revela Luis Rodríguez, presidente del colectivo. La entidad ya puso sobre la mesa medidas similares a raíz del boicot ocurrido el 21 de abril en el Ifevi, cuando se convocó a los comuneros para votar el mismo punto de Liñeiriños. "El viernes la junta va a celebrar una asamblea y ahí analizaremos qué hacer; pero lo que ocurrió no es normal... Hubo agresiones, heridos e incluso intentaron tumbar el portal Con lo que pesa... ¿Qué hubiese pasado si cae y coge a alguien debajo? Las cosas hay que pensarlas", zanja Rodríguez.

La organización comunal sostiene que capítulos como el de Cotogrande "perjudican" a todo el municipio. "La imagen que se está dando a los inversores que pueden estar interesados en Vigo es que somos una ciudad conflictiva... En otras partes nos están ganando en ese aspecto", lamenta Manuel Costas, secretario de la comunidad de montes. "No podemos ahogar proyectos como el de Porto Cabral. Con la crisis que estamos soportando reducir el desempleo es un gran éxito". Ya el sábado Rodríguez insistía a FARO en que el macrocomplejo de ocio y comercio de Liñeiriños "traerá trabajo a todo Vigo; también a las pequeñas tiendas les dará vida".

Durante la reunión de esta semana la directiva de los montes de Cabral decidirá también si solicita una entrevista con el Concello y el grupo inversor británico Eurofund para abordar la situación. El objetivo, avanza Rodríguez, es "tranquilizar" los ánimos. "Queremos borrar la imagen bochornosa que se dio el domingo... A palos no se arregla nada", avanza el presidente comunal. ¿Teme la directiva que el macroproyecto pueda verse afectado? "Puede ser que todo esto haga que peligre", opina Costas antes de avanzar que "en los tiempos que corren los precios que ofrecen son muy razonables". Rodríguez y Cameselle descartan que las intenciones de Eurofund puedan verse afectadas por los incidentes. "Se están complicando bastante las cosas", anota Salvador Alonso, vocal. El grupo inversor británico afirmó ayer a FARO que "el proyecto está en el mismo punto" y "lo ocurrido no cambia nada". Urge además a "que se deje decidir a los comuneros".

El colectivo que gestiona los montes mancomunados apunta además a los "intereses" que colisionan en protestas como la del domingo. "¿Quién está detrás de esto?", se pregunta Doural antes de desvelar que él mismo recibió, en su casa, "una carta sin remite y con matasellos de Santiago en contra del proyecto". Rodríguez censura la "provocación continua" y alerta de que "hay gente de la anterior junta directiva que quiere volver".

José Manuel Estévez, portavoz de la Plataforma de Afectados de Liñeiriños, aplaude por su parte el acuerdo alcanzado el domingo entre ambas partes: convocar una asamblea informativa abierta a todos los vecinos -probablemente en junio y en uno de los pabellones del Ifevi- y otra cita, solo para comuneros, para decidir en urna la expropiación en Liñeiriños. "Es una solución correcta; cada uno podrá votar lo que quiera porque hasta ahora había mucha coacción y tampoco se controlaba de manera fiable el censo". Según concreta Estévez, el domingo "había gente en la sala que no era comunera". El portavoz de los opositores duda también sobre la "legalidad" de Porto Cabral. "El monte solo puede ser expropiado para usos públicos, como un hospital o un aeropuerto, pero un área comercial... Aquí se está equivocando mucha gente, incluida la clase política", lanza este vecino.