El nuevo rostro al frente de la Federación de Hostelería de Pontevedra (Feprohos) es, en realidad, un viejo y buen conocer del sector. César Ballesteros toma el relevo a José Magaz -que pasa a la tesorería- al mando del órgano provincial con un proyecto claro: "Cada colectivo señalará sus propios problemas para determinar qué es importante. No quiero una federación presidencialista".

-¿Cuál es la prioridad del sector ahora mismo?

-Salir de la crisis, sin duda alguna. En la hostelería estamos viviendo nuestro peor año, sobre todo en Galicia; en cierto modo se puede decir que hemos tocado fondo en los últimos meses. La bajada general de facturación es algo que se ve en la calle, por ejemplo, en los precios de los menús del día, que no paran de bajar. El reto hoy por hoy es salir de la recesión.

-Habla de que se "ha tocado fondo". ¿Ven signos de mejora o es que sencillamente ya no hay margen para seguir cayendo?

-Se puede bajar más; pero el sector desde luego se encuentra en un límite en el que ya resulta complicado seguir abaratando precios. Hay excepciones, pero la situación ahora mismo para el colectivo resulta dramática y muy complicada. Si en origen los negocios disponían de un colchón para afrontar un escenario complicado, ahora ven cómo se va acabando sin ver la salida.

-¿Y cómo puede ayudar Feprohos a revertir esa situación?

-Los márgenes reales para apoyar a cada asociado, a título individual, son muy reducidos; pero lo que sí puede conseguir la federación es trabajar para obtener un beneficio común. Se puede actuar en productos y servicios, conseguir mejores precios, acuerdos globales importantes... Cosas tangibles que el asociado pueda percibir como ventajas. Esa es una cuestión fundamental que estamos intentando conseguir.

-El martes recalcaba la necesidad de preservar los socios existentes y buscar otros nuevos.

-Ese es un objetivo relativamente fácil de alcanzar. Mi objetivo básico pasa por enfocarnos realmente en el asociado; obtener productos y servicios adecuados y a mejor precio. Aportaremos un valor añadido que el socio percibirá rápidamente.

-Una ventaja sería eliminar duplicidades: varias asociaciones, con sus respectivas cuotas y que prestan un mismo servicio.

-Claro. La intención es evitar duplicidades que no tienen sentido; pero repito que lo que se busca en la Federación Provincial de Hostelería es que la pequeña cuota que se paga sea reconocida por el valor que aporta al negocio.

-¿Se podrán unificar a nivel provincial Feprohos (hostelería) y Asehospo (hoteles)?

-Cada institución nació con unos criterios diferentes. Lo que se está hablando en la actualidad, más que compartir estructura, son convenios de colaboración que hagan el trabajo más sencillo. Un ejemplo es que, si queremos organizar cursos, el trabajo se afronte de manera coordinada entre Asehospo y Feprohos, no por libre.

-La hostelería y la hotelería generan el 11,5% del PIB provincial según Turismo Ría Baixas. ¿Cree que la sociedad tiene en cuenta ese peso a la hora de valorarles?

-Yo creo que no. Hay una falta de concienciación ciudadana con respecto a lo que supone la hostelería y el turismo. Mi opinión es que para el público general no resulta muy visible que cada negocio está generando trabajo y riqueza a la ciudad. Es cierto también que somos un colectivo muy atomizado. Solo en Vigo se cuentan infinidad de establecimientos.

-¿Les ocurre lo mismo con la Administración pública?

-Sí, sin duda. También es verdad que las instituciones tienen más dificultades al tratar con nosotros. Resulta mucho más fácil, por ejemplo, reunirse con el director general de una gran empresa para hablar de su sector. Nosotros somos un colectivo muy amplio, no estamos unidos del todo y, muchas veces, tampoco se siente partícipe de las asociaciones.

-Esa desunión puede ser una rémora en las negociaciones.

-Somos conscientes de que no somos un sector predispuesto a afrontar problemas comunes de una forma consensuada. Un ejemplo es que cualquier declaración que se hace en un momento dado puede generar controversia porque resulta difícil cuadrar opiniones en un sector tan amplio como este. Ocurre, sin ir más lejos, al hablar de política aeroportuaria.

-Pues por esa cuestión le voy a preguntar. El Foro Cívico de Santiago -donde están representados sus homólogos compostelanos- exige el cierre de Peinador y Alvedro. ¿Qué opina del tema?

-Que es una absoluta irresponsabilidad. No sé si responde a una falta de información o es que realmente piensan así; también desconozco si esa es la opinión de la junta directiva o realmente de todo el sector. Creo que si se le pregunta a un hostelero cualquier de Santiago dirá que esa propuesta es una aberración. Una de las ventajas que tiene Galicia es que dispone de tres aeropuertos. Particularmente, yo lo veo así.