Las voces en contra de Porto Cabral van en aumento y los opositores al proyecto ganan adeptos a medida que se acerca la asamblea en la que los comuneros votarán la expropiación de los terrenos. Decenas de vecinos recorrieron ayer por la mañana la parroquia con una andaina convocada "por la defensa del monte" y reclamaron que el próximo domingo, día 26, la votación se realice en urna para garantizar la decisión "libre" de los comuneros.

La caminata comenzó a las once de la mañana en el atrio de la iglesia de Cabral y desde allí los manifestantes marcharon hasta el parque forestal de Cotogrande. Con lemas como "o monte non se vende" o "se vende moito fume", los participantes contaron también con un grupo de gaitas como parte de la animación. "Ha sido un éxito rotundo, pero no buscamos éxitos, lo que queremos es democracia y libertad para decidir", afirmó José Manuel Estévez, presidente de la Plataforma de Afectados de Liñeiriños, terrenos que el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) destina a parque comercial. Estévez insiste en que la intención no era manifestarse contra el proyecto, sino reclamar una asamblea explicativa al presidente de la Comunidad de Montes de Cabral. "Vamos a entregar entre 400 y 500 firmas, todas de comuneros, pidiendo que se vote en urna", añade.

La asamblea del pasado 21 de abril, en la que estaba previsto decidir sobre los 300.000 metros cuadrados que el grupo inversor Eurofund Investments necesita, no se pudo celebrar al ser boicoteada por un grupo de 40 personas. La cita ha sido trasladada para el 26 de mayo, pero José Manuel Estévez ya avanza que habrá "concentración y manifestación" ante las puertas del Instituto Ferial de Vigo (Ifevi), donde está previsto que los 780 comuneros con derecho a voto acudan a la asamblea. El presidente de la plataforma de afectados también asegura que antes de decidir "tienen que enseñar el proyecto para que todos sepamos en qué consiste".

Eurofund ya ha mantenido contactos con la Comunidad de Montes para expropiar los terrenos que necesita para su macrocomplejo de ocio y comercio, puesto que gran parte del proyecto se levantaría sobre el monte comunal. El grupo británico calcula una inversión inicial de 500 millones de euros y 3.000 puestos de trabajo tan solo durante la construcción. Las cargas urbanísticas que soporta Liñeiriños superan los 15 millones de euros, según fija el PGOM, y revertirían directamente en la Ciudad del Deporte de Valadares, la nueva Ronda de Vigo y su acceso al aeropuerto de Peinador.