El Casco Vello de Vigo está más vivo que nunca. La grave caída demográfica sufrida en la ciudad durante el último año ha pasado de largo por el barrio histórico, donde se ha experimentado un aumento de la población hasta situarse en niveles que no se conocían desde la década de los 90. El último dato del Instituto Nacional de Estadística apunta que la ciudad perdió casi 1.000 habitantes (296.378 personas empadronadas) en 2012, pero las cifras del casco antiguo vigués son de nuevo positivas y, tras experimentar un ligero descenso en 2011, han vuelto a crecer aupadas por las numerosas rehabilitaciones que se están llevado a cabo por parte de administraciones y particulares.

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