Hace unos días el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Galicia concedió su premio San Telmo a la mejor obra de ingeniería civil al faraónico puerto exterior coruñés, inacabado tras ocho años de trabajos. Eso sí, no se explica si es por haber superado hasta ahora en unos 600 millones el coste inicial previsto o por haber tenido el pequeño olvido de no incluir en el proyecto original un espigoncito de 200 metros más que resulta ser vital para que este puerto sin fondo pueda funcionar.

Un brindis al dispendio.