El PP se queda solo en el Parlamento en su defensa de la gestión del proyecto del nuevo hospital de Vigo por parte de la Xunta. Su portavoz de Sanidad, Miguel Santalices, reclamó el respaldo de los grupos de la oposición para avalar a la Consellería de Sanidade en su enfrentamiento con el Concello de Vigo y "darle autorización" para recuperar los cinco millones de euros que cuesta dotar de servicios básicos a los terrenos y que el gobierno vigués se niega a asumir alegando que se cambio el proyecto a un centro privado y que no "regalará" fondos públicos de los vigueses a una UTE.

En un bronco debate en el pleno de la Cámara al borde de las diez de la noche, PSOE, BNG y AGE manifestaron su rechazo a la petición popular y responsabilizaron al Gobierno gallego de los retrasos en la construcción, instando a Sanidade a recuperar la concesión alegando "un incumplimiento de contrato" por retrasos en la entrega de la obra civil, anunciada para diciembre de este año, y la falta de financiación. Rocío Mosquera confirmó la semana pasada que el crédito con los bancos está todavía sin firmar y horas después una de las promotoras del proyecto, OCA, entraba en suspensión de pagos.

Santalices eludió las preguntas sobre el estado de las obras y advirtió que no es el momento de rescatar concesiones. Culpó personalmente al regidor vigués de "poner en riesgo la construcción del hospital" al negarse a asumir la dotación de agua, luz, telefonía y la construcción de una subestación eléctrica como firmó en 2006 la alcaldesa Corina Porro. "Hay que dar un paso más frente al Concello de Vigo y exigirle indemnizaciones. Pido el respaldo del Parlamento para que la Xunta pueda hacer cumplir lo que está escrito. Hay que llevar la situación al juzgado o a donde proceda para impedir que un alcalde atranque el hospital", demandó el portavoz del PP desde la tribuna, donde comparó a Abel Caballero con el entrenador del Madrid: "La irresponsabilidad le puede pasar factura como a Mourinho. Todos dicen que es muy bueno, muy bueno; pero lo van a echar".

Estas alusiones al alcalde provocaron un enfrentamiento con la bancada socialista.Carmen Acuña do Campo fue la encargada de responderle y coincidió con BNG y AGE al calificar la proposición no de ley que presentaba Santalices para adoptar medidas contra Vigo como una "cortina de humo para tapar la gran chapuza del hospital. Está paralizado, será privado y Feijóo aún quiere quitar cinco millones a los vigueses", le reprochó. La diputada nacionalista Carme Adán instó a la Xunta a "revisar la licitación, ver los incumplimientos y recuperar el hospital". La votación se aplazó a hoy.