Las denuncias falsas de robo de teléfonos móviles se han disparado con la proliferación de los smartphones. Ayer, un vigués fue a juicio acusado de simulación de delito porque supuestamente denunció falsamente el hurto de su Samsung Galaxy: el hombre dijo a la Policía que se lo quitaron por el método del tirón, con otros efectos, cuando salía de un cajero, pero en plena investigación los agentes descubrieron que lo seguía usando él. La fiscal pide 1.620 euros de multa.

Él niega la denuncia falsa. Afirmó que sufrió el robo el 5 de marzo de 2012 y que pensaba que el móvil estaba en el bolso que le arrebataron. Pero semanas después, alegó, sus hijas hallaron el teléfono "en una maceta": "No se me ocurrió decírselo a la Policía". Los agentes investigaban y, a través del código IMEI del aparato, descubrieron, el 28 de marzo, que era el denunciante el que usaba el móvil. El hombre había cobrado 400 euros del seguro. "Devolvió el dinero porque lo pillaron", dijo la fiscal. El acusado insistió en que está en el banquillo "injustamente": "Fue un error humano, no actué con mala fe".