Horas antes de que se celebrase la Cumbre Ibérica el alcalde de Vigo, Abel Caballero, apuntaba que "lo central" para la ciudad era dotarse de una línea de alta velocidad con Oporto. Ese proyecto sin embargo -que el Ejecutivo lisboeta relega a los cajones desde hace años- se mantiene rodeado de incógnitas y su futuro está lejos de despejarse. Las esperanzas de que llegue a cuajar son tan escasas que, ya en 2012 el Eixo Atlántico llegó a solicitar que se reprogramasen sus fondos para redirigirlos a la modernización del tren convencional entre Vigo y Oporto.

El corredor de AVE no figura en la declaración conjunta rubricada por los equipos de Mariano Rajoy y Pedro Passos Coelho. Desde Fomento se concreta que "el Gobierno proseguirá trabajando en las obras de alta velocidad que se está realizando en Extremadura, así como en la redacción del resto de proyectos hasta Madrid". No se hace alusión alguna al proyecto del norte, que preveía una línea de AVE que enlazaba las dos grandes áreas metropolitanas de la Eurorregión norteña previo paso por los municipios de Tui y Braga.

Así mismo, de manera paralela a la cumbre política, empresarios de ambos lados del Miño celebraron ayer un Encuentro Empresarial Hispano-Portugués, al que asistió la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Al término de la cita internacional el colectivo gallego solicitó "la continuidad del Eje Atlántico de ferrocarril con conexiones entre el sur de Galicia y el norte de Portugal".