Por "elitista, regresiva y privatizadora". El centro de la ciudad se llenó ayer, en dos ocasiones, por la mañana y por la tarde, de miles de profesores, padres y estudiantes que salieron a protestar por la nueva ley educativa que ultima el Gobierno: la Lomce. Desde la Plaza de España hasta Porta do Sol, tocando Vía Norte en la convocatoria vespertina, profesores de Vigo y concellos vecinos gritaron al ministro José Ignacio Wert que "retire" esta propuesta de ley y que la "repiense".

¿Por qué? "Porque resta derechos, la educación pública perderá calidad y nos retrotrae 50 años atrás", comentaban padres y docentes detrás de una pancarta gigante de color verde del IES de Teis. Otro grupo de manifestantes mostraba su rechazo a la nueva ley con su particular pancarta bajando por Gran Vía: "L de lesiva, O de opresora, M de mercantilista, C de clasista y - de españolizadora".

A ritmo de música tradicional, en un guiño de apoyo al gallego (uno de los puntos afectados en la nueva legislación; las lenguas cooficiales), la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público, convocante de la protesta matinal en la que se dieron cita pancartas nacionalistas, criticó que la legislación recuerda al "franquismo" y quiere acabar "con el carácter público, universal y gratuito de la enseñanza". Por la tarde, la convocatoria conjunta de la Plataforma pola defensa do ensino público logró reunir a otra oleada de manifestantes, si bien hubo gente que participó en ambas concentraciones en la jornada de huelga celebrada en 30 ciudades de toda España.

Marta Dacosta, profesora en Tomiño, que sujetaba la pancarta principal, mostró su desacuerdo con el anteproyecto "porque promueve los conciertos a los centros que segregan por sexo, dinero que pagamos entre todos, amplía las desigualdades y merma la integración; además, reestablece las reválidas, exámenes después de cada etapa, de modo que un alumno que termina con éxito 4º de la ESO, si no pasa la reválida no le vale de nada, no titula". Añade Dacosta que el anteproyecto de ley pretende "liquidar la gestión democrática, centrando todo el peso de las decisiones y la organización en los directores de los centros, restando capacidad a los consellos escolares". Además, "desprecia la lengua gallega, situándola en segundo plano", expresó la profesora.

Si los sindicatos (excepto CSI-CSIF Universidad, que no acudió a la huelga) estimaron el seguimiento de la huelga por parte de los docentes en un 80% y los representantes de los estudiantes incluso en un 90%, el Ministerio de Educación informó de que un 20% del claustro de docentes secundó la huelga y la Consellería de Educación habló de un 17,9%. En la concertada situó el seguimiento en el 2% y, en concreto, en la provincia pontevedresa, en un 1,8%. Según los cálculos de los asistentes a la protesta, acostumbrados a calcular la marea humana en Gran Vía, solo en Vigo por la mañana salieron a la calle "unas 8.000 personas".

La CIG, que cifró en más de 40.000 personas las que protestaron en toda Galicia, se refirió a la nueva normativa como "a ley da Wertgoña" y Xesús Diz, de la Plataforma Galega en Defensa do Ensino denunció "un texto que solo tiene un apoyo partidista, cuando sería necesario un amplio consenso y tendría que partir del apoyo a la educación pública". Por la tarde, CC OO y UGT repitieron éxito de asistentes.

Estudiantes de instituto, agrupados en la Liga Estudiantil Galega, acapararon gran parte del protagonismo. 'O ensino é un dereito, non un privilexio', rezaba la pancarta. Reclamaron, además, universidades públicas "dignas, gratuitas y de calidad", acompañadas de "libertad de expresión para la juventud y derechos democráticos". Una estudiante de Bachillerato del Johan Carballeira y un alumno de Grado Medio de FP expresaron que "intenta separar por estatus familiar y será mucho más difícil aprobar con las reválidas".

'Ensino público e de calidade' fue uno de los lemas más coreados, así como 'O ensino á rúa, a loita continúa' o 'A escola pública é de todos e para todos'. Para Iria Giráldez, profesora de Biología en el IES de Tomiño, la normativa "es un despropósito ya que supone una involución, volver a un modelo de hace años".

Su compañera Marta Diéguez, maestra en el CEIP Ría de Vigo, considera que el anteproyecto es una "pérdida de derechos y de calidad educativa a marchas forzadas". Los lemas de Vigo también se escucharon en Santiago, Ourense, Pontevedra, Lugo, Ferrol, A Coruña, Vilagarcía, Burela y Carballo. A última hora de ayer el Gobierno anunció que aplaza la reforma educativa, que iba a ser tramitada hoy en Consejo de Ministros. Fuentes ministeriales informaron de que "falta por cerrar la memoria económica".

En el resto del país, miles de padres, profesores y estudiantes se manifestaron en una más de una treintena de ciudades españolas contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) en una jornada de huelga convocada de forma conjunta en el ámbito nacional que estuvo marcada por algunos altercados que, en el caso de Valencia, acabaron con la detención de tres menores de edad.