Ha pasado en varias ocasiones por los escenarios vigueses dirigiendo a la Real Filharmonía de Galicia (RFG), pero nunca como su director titular. En este cargo, que asumió en enero, el inglés Paul Daniel tiene muy clara su misión. "Por cada persona que ama nuestro trabajo, hay cientos que nunca lo han escuchado", lamenta. Su propósito es cambiar esta realidad y "abrir los oídos y los corazones de Galicia" a su labor. Mañana tratará de captar nuevos adeptos, y deleitar a los fieles, con una actuación en el Centro Cultural Novacaixagalicia (20.30), en la que contará con el cello Nicolas Altstaedt como solista invitado.

-¿Cómo se introdujo en el mundo de la música?

-Había música fantástica en mi colegio, ¡a los cinco años! Cada chico y chica tenían la oportunidad de tocar un instrumento. Era un colegio estatal normal.

-¿Por qué decidió coger la batuta?

-¡No lo sé! Creo que fue, a los nueve años, escuchando una orquesta sinfónica y pensando que ese enorme sonido musical, con cientos de variedades, era el mejor instrumento que podía tocar.

-¿En qué momento de su carrera se encuentra ahora?

-Ahora, si echo la vista atrás, está la fase como director titular de dos compañías de ópera y dos orquestas y estoy cerca de terminar con la tercera sinfónica (en Australia), así que Galicia es un nuevo capítulo. Parece que nunca dejo de abrir nuevos capítulos...

-¿Cuál es el balance que hace de sus cuatro primeros meses como director titular de la RFG?

-Es un increíble grupo de corazones con gran energía dinámica e incluso mayor ambición. Es un gran placer encontrarse con esto. Tal energía e imaginación inspirará a la gente a través de estos años de dificultades económicas, estoy seguro.

-¿Cuáles son los principales retos y metas a los que se enfrenta ahora en este puesto?

-Quiero abrir las puertas, los oídos y los corazones de Galicia al sonido y la emoción de esta orquesta. Por cada persona que ama nuestro trabajo, hay cientos que nunca lo han escuchado. Este es el desafío a batir con nuestro trabajo.

-En la actual situación económica global, ¿qué dirección cree que debería tomar la música clásica?

-Escuchar ahora, ir más a los conciertos, ver a los músicos como tocan en el escenario, unirse a la emoción. Pero también ver qué mas hacen. Ese incalculable trabajo en educación, con los niños o con los estudiantes talentosos, y con otros pequeños conciertos de música clásica. Ellos contribuyen a la música y a la vida de muchas más maneras que solo en la plataforma que supone un concierto.

"Quiero abrir los oídos y los corazones de Galicia al sonido y la emoción de esta orquesta"

-¿Conoce al público vigués?

-He estado muchas veces en Vigo con la Real Filharmonía, así que puedo ver la evolución en el público, cómo ha crecido y cómo mucha gente descubre el poder de la música para cambiar sus vidas.

-Tendrá la oportunidad de charlar con los que acudan a su concierto de mañana en el "Encuentro con el maestro" previo a la actuación. ¿Qué importancia le da a este tipo de iniciativas?

-El contacto con el público ayuda a "romper el hielo", como decimos en Inglaterra. Algunas veces la música o ir a un concierto resulta desconocido y la regla es que no hay reglas, no hay un conocimiento especial. Hablar con el público antes del concierto hace la velada más informal, más divertida.

-¿Podría describir el programa que ofrecerán mañana en Vigo?

-Es un programa sobre "Fantasmagórica" y grandes historias. Podrán escuchar la loca aventura de Don Juan y Don Quijote (¡con Sancho Leporello!); una fantasía sobre fantasmas y sombras, de Mahler; y todo ello equilibrado con una genial sinfonía clásica de Haydn.

-¿Qué opinión le merece el cello Nicolas Altstaedt, solista invitado de la RFG para la cita?

-Es uno de los más talentosos y emocionantes jóvenes violonchelistas. Fue un integrante de un grupo muy especial de jóvenes artistas escogidos por la BBC. Además, toca con las más importantes orquestas del mundo.