El equipo del Observatorio de Empleo integrado por profesores del departamento de Estadística de la Universidad acaba de entregar a la Fundación Provigo su último informe sobre la situación del empleo en la ciudad. Antonio Vaamonde, coordinador del grupo que completan Ricardo Luaces y Patricio Sánchez, insta al Concello a "romper la inercia" y trabajar a favor del empleo.

-Según su estudio, si se mantienen las tendencias, Vigo alcanzará el máximo de parados, aproximadamente 34.000, a finales de año o principios de 2014.

-El ritmo de crecimiento del desempleo está siendo cada vez más lento y podríamos alcanzar el máximo a finales de año. Pero ya vivimos la misma situación en 2010, cuando se llegó al tope muy rápidamente y después la racha se volvió a romper y el paro creció de nuevo por efecto de las medidas de ajuste del Gobierno. El máximo de parados sería un primer síntoma pero los niveles altos se mantendrían durante bastante tiempo. Es muy difícil que decrezcan si no crece la economía. La reforma laboral abarató el despido y permitió a muchas empresas sobrevivir pero, en algunos casos, a costa de despedir. A corto plazo no hay perspectivas de mejora.

-¿Cómo responden los distintos sectores de la ciudad?

-El estudio no profundiza en los sectores, pero la construcción sigue siendo el más dañado, así como la industria y prácticamente todos los servicios: la banca, los seguros, el transporte y todo el comercio. Estamos viendo caer a empresas grandes y punteras como Pescanova o Pórtico, y también en el textil. Quizá es un anuncio des que hay otras intentando aguantar y que también podrían caer. No se puede ser optimista. Muchas resisten hasta que no pueden más por la falta de financiación. La banca está intentando reconstruirse con las ayudas externas pero nadie sabe cuándo habrá crédito fluido. Quizá tampoco el año que viene.

-¿Qué puede hacer un ayuntamiento como el de Vigo para acotar el desempleo?

-Los ayuntamientos no tienen muchas competencias en este ámbito pero sí que existen medidas que ya se están realizando en otras regiones como País Vasco, Canarias o Cataluña y que pueden ser un ejemplo. La mayoría de las administraciones se limitan a esperar y ése no es el camino para atajar el paro. Hay que echar una mano desde ayuntamientos, diputaciones y Xunta. Es necesario romper esta inercia, alguien debe empezar a moverse.

-¿Qué tipo de acciones debería llevar a cabo el gobierno local?

-Se trata de potenciar la actividad local, por ejemplo, ayudando a los emprendedores en ámbitos como la artesanía o el turismo, así como en otros sectores próximos a los que se les ha prestado poca atención hasta ahora y que pueden ser pequeños nichos de empleo. Cada concello debe hacer un estudio de sus posibilidades. En Vigo el turismo podría ser una actividad a potenciar mediante la organización de actividades culturales y artísticas desde el Concello, hasta donde se pueda porque su presupuesto está muy recortado, y también facilitando espacios públicos o aportando ayudas técnicas.

-Los datos insisten en que las medidas de austeridad y la reforma laboral no son eficaces.

-A corto plazo está claro que perjudican al empleo. Se dice que es lo único que se puede hacer pero no está funcionando. No resuelven ni el problema más importante, que es el del paro, ni tampoco todos los demás.

-¿Hasta qué niveles es soportable el paro para un país?

-España está en el 27% y hay países que han llegado al 40%, pero esto es insoportable salvo que exista una economía sumergida. De lo contrario no se podrían contener los desórdenes públicos. Es difícil dar cifras de la economía sumergida en España, se sitúa entre el 15 y el 20%, pero quizá es mas amplia de lo que pensamos y es lo que está evitando un problema todavía mayor. Esperemos que el empleo comience a crecer en un plazo de 5 o 6 años, aunque hay expertos que hablan de 15-20 años.

Si bien Vigo siguió la tendencia gallega en cuanto a la evolución del desempleo durante 2012, con una tasa de incremento interanual prácticamente constante, la ciudad experimentó una reducción del colectivo de menores de 25 años en paro.

Vigo cerró 2012 con 33.530 desempleados, según el Registro de Paro, aunque con una desaceleración en el ritmo de aumento. El informe señala que si este "pequeño cambio de tendencia" se consolida podría "anunciar el final del incremento sostenido a finales de 2013 o primer trimestre de 2014". En todo caso, los expertos advierten que los efectos a corto plazo de la reforma laboral "pueden todavía contribuir a agravar" la situación. "La falta de medidas de estímulo a la economía, junto con el empeño en la austeridad como única receta pueden llevar a cotas desconocidas", alertan.

Respecto a la colaboración del mundo académico en la salida de la crisis, Vaamonde asegura que el profesorado "no está en la mejor situación": "La universidad también está en crisis, los docentes se ven obligados a incrementar su carga docente y la institución se deshace de asociados que son expertos del mundo de la economía y la industria".