La ampliación de las infraestructuras no logra seguir el ritmo de las necesidades de la población. El estreno de la escuela infantil de San Paio, que abrió sus puertas en el edificio de La Gota de Leche iniciado ya el actual curso escolar, no ha servido para aplacar la demanda en la ciudad y lograr una reducción de la lista de espera en las guarderías de la red autonómica. De hecho, a pesar de estas 102 nuevas plazas disponibles en el período ordinario de matrícula, en los listados provisionales de la Xunta se han quedado fuera un centenar de niños más que el año pasado. En total, son 1.193 pequeños vigueses a los que la Administración gallega es incapaz de dar cobertura.

El descenso de las peticiones y, en consecuencia, de la lista de espera, registrado el pasado ejercicio parece hoy un espejismo. Por aquel entonces, se atribuyó a la mayor disponibilidad de los padres para cuidar a sus hijos debido a la progresión del desempleo, así como al encarecimiento de las tarifas de las guarderías autonómicas en un 19,2%. El mercado laboral no ha mejorado y los precios aún han subido un poco más con la actualización del IPC. Además, la natalidad no ha crecido. ¿Cómo se entiende entonces que, de cara al próximo curso, la demanda haya aumentado un 13,5% hasta las 1.755 peticiones? La Federación Olívica de Asociación de Nais e Pais de Alumnos (Foanpas) sospecha que se debe al empeoramiento de la situación económica de las familias. Aquellas que antes optaban por la privada, buscan ahora un sitio en la pública. "El perfil de los solicitantes ha cambiado", asegura su portavoz, Bertila Fernández Pérez, que subraya que las plazas existentes siguen siendo "insuficientes para atender las necesidades de una ciudad como Vigo" y demanda su ampliación.

Con estas 1.755 solicitudes la demanda recuperó los niveles de 2011 (con 1.721) y se alza como la más alta del último quinquenio. Los centros de la Consellería de Traballo e Benestar y los del Consorcio Galego de Igualdade e Benestar, con sus 587 plazas en la metrópoli, solo logran atender una de cada tres peticiones.

Más de la mitad de la lista de espera se concentra en la franja de edad entre dos y tres años (643). A pesar de que es también el grupo más demandado (781), las vacantes disponibles (139) son menos de la mitad que las de las clases de los niños de entre 2 y 3 años (301).

La escuela infantil Rosalía de Castro, ubicada en Coia, es la más solicitada. Aglutina casi una cuarta parte de las peticiones (412), pero solo tiene margen para acoger poco más de un centenar de alumnos y 316 engrosan en estos momentos su lista de espera. La recién estrenada guardería de la Gota de Leche, en el centro de la ciudad, es la siguiente en pretendientes: 376 para sus 102 plazas. La única que luce una lista de alumnos más larga que la de espera es la de Relfas, en Bouzas, que atendió las pretensiones de 65 familias y dejó fuera a 54 niños.

Estas cifras todavía son provisionales, hasta que el próximo 27 de mayo se publiquen las definitivas. La Xunta advierte de que algunos niños figuran en más de un listado y todavía no se ha repartido todo el cupo de las escuelas infantiles. En esta convocatoria se reservan plazas de emergencia social en todos los centros que, de no surgir casos, pueden ser cubiertas por niños de la lista. La Consellería también destaca que entre las familias gallegas que no logren una plaza pública de guardería, se repartirán hasta un millar de cheques bebés para contribuir a sufragar su ingreso en una privada.

Centros municipales

Sumadas las 312 familias que se han quedado fuera de las escuelas infantiles municipales, la lista de espera en la ciudad supera los dos millares de niños. El Concello también ha ampliado sus plazas en 144, con las que ha logrado compensar el aumento de las peticiones (104 más) e, incluso, rebajar su lista de espera.