Los juzgados vigueses ya disponen de coches eléctricos. Y de su propia electrolinera. Los funcionarios del Servicio Común de Notificaciones y Embargos comenzaron la pasada semana a trasladarse en estos turismos ecológicos para entregar notificaciones y citaciones en las parroquias de la ciudad. Para el repostaje de los vehículos, se ha instalado una estación de carga en el garaje del viejo edificio judicial: ayer se ultimaban los trabajos para que empiece a funcionar de forma inmediata.

Los coches eléctricos repostarán en este punto de recarga de noche para hacer los trayectos de día. Dado que la autonomía es de menos de cien kilómetros, los funcionarios se mueven en estos turismos para realizar las notificaciones en las parroquias, mientras que para acudir a la zona del Val Miñor se seguirán usando los convencionales. Los dos chóferes asignados a los juzgados recibieron un curso para manejar los nuevos vehículos.