Los responsables de Cultura del gobierno local mantienen contactos con el director del Museo del Prado para lograr una revisión de los depósitos del Quiñones de León e intercambiar algunas piezas que encajan peor con los fondos del legado de Policarpo Sanz por otras nunca expuestas en la ciudad y más en consonancia con el resto de los fondos. Se estudia además trasladar la colección a la Pinacoteca Municipal para darle más difusión.

El recinto de Castrelos mantiene relación constante con el Prado, quien ha realizado un seguimiento de los trabajos de restauración de algunas de sus pinturas antiguas y reclama de forma periódica cuadros para organizar exposiciones, como sucedió esta semana con el de Carlo Maratta. Este óleo del alto barroco ya está en Madrid y no regresará hasta noviembre. Su levantamiento se produjo el pasado 23 de abril con total discreción y fue enviado bajo fuertes medidas de seguridad, como exigen los cánones del Ministerio de Cultura para asegurar sus obras.

La jefa de Conservación de Pintura del Siglo XVIII del Museo del Prado, Manuela Mena, es la comisaria de la exposición en la que se incluye a Maratta y es una gran conocedora del legado nacional que custodia Vigo porque supervisó los fondos en 2010. Hay dos pinturas atribuidas a Goya cuya autoría fue discutida, la más conocida el Bosquejo del Retrato de Carlos IV a caballo, preparatorio para la obra final expuesta en Madrid.