El Juzgado de lo Mercantil tampoco ha podido sustraerse del descenso de carga de trabajo a consecuencia de la aplicación de la Ley de Tasas Judiciales. El "tasazo" ha tenido como consecuencia el desplome de pleitos de contratos de transporte, competencia también de estos juzgados junto con los preconcursos o concursos de acreedores que, por el contrario, siguen al alza.

Las reclamaciones de transporte que entran no superan los 2.000 euros, cantidad límite exenta del pago de tasas, con lo que los juicios verbales y ordinarios se limitan, prácticamente, a reclamaciones de paquetería con empresas de transporte, maletas extraviadas o dañadas en aeropuertos, o vuelos y enlaces perdidos por incumplimiento de horarios.

Los perjudicados no litigan y se muestran reacios a reclamar cantidades que conlleven el pago de las tasas judiciales, a tenor de las estadísticas que maneja el Juzgado de lo Mercantil. Vigo no es un caso único, pues la misma tónica se sigue en los demás juzgados especializados de Galicia.

El descenso de demandas se extiende también a las reclamaciones patrimoniales contra los administradores de empresas que se han declarado insolventes, con las que los acreedores pueden tratar de resarcirse de las deudas, casos que también son competencia del Juzgado de lo Mercantil. Mientras crece el número de las reclamaciones de proveedores afectados por pequeñas cantidades económicas -exentas de tasas-, los grandes perjudicados se lo piensan.

Y es que los negativos presagios de los que advertía la profesión judicial con la aplicación de la Ley de Tasas han empezado a cumplirse y alejan al ciudadano de los juzgados.

El volumen de asuntos ha bajado un 10% en el primer trimestre del año en todos los juzgados de Vigo, y alcanza hasta el 24% en las salas en las que se aplican las tasas, judiciales aunque el desplome de causas afecta también a la jurisdicción penal, con un 25% menos de asuntos en lo que va de año respecto al ejercicio anterior.