La Travesía de Vigo volvió a convertirse ayer, por segunda vez esta semana, en el punto de reunión de cientos de desempleados. Atraídos por el anuncio de una oferta de trabajo lanzada por un nuevo negocio, los aspirantes comenzaron a concentrase frente al número 41 de la citada calle a las nueve de la mañana y hasta la una y media de la tarde todavía se mantenía la cola a lo largo de la fachada del local. Al final de la jornada, el empresario se mostraba satisfecho por entrevistar a 700 personas, pero un tanto compungido por la desesperación que detectó en la gente: "Me da pena no poder contratarlos a todos".

Ya la oferta para un puesto de trabajo de dependienta lanzada el martes por la cadena de tiendas Saratex había generado tal expectación en Travesía de Vigo que muchos vecinos llegaron a atribuirla a un puesto de compra/venta de oro. En este caso estaba en juego un solo empleo y limitado a mujeres menores de 25 años sin experiencia. Y pese a que estos requisitos deberían, en teoría, reducir el número de interesadas, la empresaria acabó desbordada tras entrevistar a más de 200 aspirantes, hecho que fuentes sindicales interpretaron como consecuencia de la "importante presencia de jóvenes" entre las 37.500 personas en paro que hay en la ciudad, según la última estadística oficial.

A diferencia de Saratex, que había publicitado en el periódico la oferta de trabajo, el empresario Martín Míguez optó por un soporte informativo más rudimentario. Durante toda la semana pasada y hasta ayer mantuvo colgado sobre la fachada del local donde abrirá en breve su negocio, al que bautizará con el anglicismo Wash&Coffees, un cartel con el desglose de su oferta de empleo: "Ofrecemos seis puestos de trabajo para lavar coches a mano. Sin productos químicos y a vapor. Y dos puestos de trabajo para comerciales".

Como no informó a través de ningún otro medio más, ni siquiera por internet, de su iniciativa, el empresario entiende que buena parte de quienes formaban ayer la hilera frente a su local se enteraron directamente o bien a través de terceros. Míguez cree que también influyó en el éxito de la convocatoria que fuera abierta, es decir, que cualquiera podía optar a uno de los seis puestos, sin limitaciones de edad ni de experiencia. "No puse ningún requisito porque de verdad que me da igual. Si alguna condición tengo que poner es que tengan ganas de trabajar", recalca. Y hoy volverá a vivir otra jornada en contacto con la realidad del paro, puesto que la ronda de entrevistas continuará esta mañana y hasta la tarde.

Al ampliarse tanto el abanico de candidatos, en la cola de ayer frente al número 41 de Travesía había desde jóvenes de 18 años hasta veteranos de 50. "No es la primera cola que chupo. Y al menos ésta va rápido", confesaba uno, reticente a dar su nombre "porque no estoy acostumbrado a estar mucho tiempo en esta situación y siento vergüenza". A juicio de este exempleado del sector naval, el puesto que ofrecía el citado empresario "vale tanto como cualquier otro. Aquí creo que todos estamos a conseguir un puesto sin saber incluso cuánto cobraremos", aseguraba.

Wash&Coffees también es una iniciativa pionera en la ciudad. Por 5,90 euros asegura un lavado interior y exterior del vehículo "mientras esperas tomando un café, que ya va incluido en el precio", resalta, con entusiasmo, Miguel Míguez.