Los entrenadores son las personas que tienen una mayor influencia en los hábitos alimenticios de los deportistas de alto nivel, seguidos por los compañeros de equipo y los familiares, de ahí que "estas figuras de referencia deban estar concienciadas de la necesidad de trabajar en la prevención de conductas perjudiciales para la salud".

El profesor de la Universidad de Vigo Joaquín Dosil es el autor de un estudio publicado por el Consejo Superior de Deportes sobre los trastornos de alimentación en deportistas de élite y en el que participaron 308 deportistas vinculados a 14 centros españoles de alto rendimiento y tecnificación.

El profesor Dosil, que acaba de ser fichado por el Celta para colaborar en la preparación psicológicas de sus jugadores, destaca la necesidad urgente de diseñar programas específicos para cada deporte c on el fin de evitar trastornos en la alimentación.

El estudio presenta cuatro grandes grupos de riesgo: deportistas de resistencia -ciclistas o atletas, por ejemplo-, estética -gimnasia rítmica-, peso -judo o taekwondo- y gimnasio -aerobic o musculación". Dosil y la doctora Isabel Díaz detectaron que el 6,7% de los encuestados, "un dato muy elevado", presentaban alguno o varios síntomas que indicaban una posible aparición de trastornos. También subrayan la aparición cada vez más numerosa de estas conductas en deportes como el baloncesto femenino o el fútbol.