Los peajes lusos aún actúan como "lastre" sobre el tráfico con Oporto dos años y medio después de su implantación. La autovía A-28 -que enlaza la frontera del Miño con la metrópoli del Duero- ha visto cómo el número de conductores que la atraviesan se desplomó un 30% desde 2009. De los más de 34.000 coches que empleaban el vial a diario hace tres años se pasó, en 2012, a cerca de 23.500. Y todo indica que la "sangría" no tiene visos de frenarse.

--- NO TOCAR -------------------

Siga leyendo la noticia en Orbyt, o suscríbase a Faro de Vigo y tenga acceso completo a todas nuestras noticias sin límites.