Subastas desiertas. Es una imagen muy habitual en los juzgados. Salvo chollos, que de vez en cuando los hay, es excepcional que haya personas interesadas y mucho más que den el paso de consignar el 20% del valor de tasación del bien, requisito indispensable para pujar y tener la oportunidad da adjudicárselo. "Antes venían con frecuencia los 'subasteros', pero en los últimos años ya ni eso", ilustra una procuradora. Esta profesional afirma que solo percibe interés ante oportunidades muy económicas: hace poco tuvo un caso de un piso, en Pontevedra, que salía por valor de 30.000 euros y que ya contaba con "personas interesadas" en la subasta, pero ésta se paralizó a raíz de la reciente sentencia europea sobre los desahucios.

Otro factor a tener en cuenta, dice otra procuradora, es que quien por ejemplo puje por un piso va casi "a ciegas" a la subasta. "Con la excepción de datos que da el juzgado sobre metros cuadrados, ubicación..., vas a comprar una vivienda que no has podido ver; te la juegas", afirma. Otra compañera coincide: "Hay casas que están bien, pero otras quedan destrozados". Menos riesgo al respecto hay con otros bienes. Como las plazas de garaje. En Vigo las que saldrán a puja las próximos semanas están valoradas desde 15.000 euros hasta los 46.000 de una en Marqués de Valladares.