El camino para reflotar las arcas del Náutico pasa por Praza da Estrela. Apenas 24 horas después de solicitar el preconcurso el club aclara que la renegociación de su deuda requiere rubricar antes una "solución factible" con la Autoridad Portuaria. Solo así se conjurará el fantasma del concurso y las duras condiciones que arrastraría. La importancia de ese acuerdo - "es la clave", zanja la directiva- debe buscarse más en el valor que en la cuantía de los impagos contraídos con la institución que preside López-Chaves. Sus facturas pendientes suman 500.000 euros, es decir, no alcanzan ni el 12% de los 4,5 millones que alimentan el "agujero" contable del club. Eso sí, son 500.000 euros acumulados durante 18 meses por el impago del canon sobre los puertos deportivos de A Laxe y As Avenidas y que, día tras día, sigue engordando. En otras palabras: cada ejercicio el débito ganará 300.000 euros -en 2015 ascendería a 1,4 millones- de forma irremisible. ¿Por qué? "Porque el canon está planteado sobre un proyecto de puerto deportivo cimentado en unas suposiciones que no son viables", explica Julio Rodríguez, vicepresidente, en alusión a las dársenas heredadas del anterior equipo de gobierno liderado por Cobas.

La urgencia por encontrar una "solución real" con López-Chaves responde a que el puerto deportivo es, a un tiempo, la "génesis" y solución del agujero contable. "Tiene que ser capaz de generar ingresos", resalta François Viso, comodoro del Náutico. Esa inyección de efectivo gracias a la comercialización de los amarres permitiría al club encarar su segundo gran reto: solventar la deuda de 2,5 millones -de ellos 1,7 responden precisamente al crédito que se solicitó para levantar A Laxe- contraída con NCG en un plazo que, de partida y a la espera de afinar las negociaciones, oscilaría en torno a las dos décadas. "¿Somos capaces con el proyecto actual de atender los 1,4 millones de canon en tres años? No. Por eso planteamos al Puerto la necesidad de alcanzar una solución válida para ambos y que englobe además a NCG", argumenta Pedro Luaces de la Herrán, tesorero de la entidad.

Solventar el pago del canon abre la puerta a un abanico de recetas que el Náutico lleva ya meses negociando con la Autoridad Portuaria. Entre ellas la emblemática institución planteó a López-Chaves "calcar" en Vigo una fórmula que no resulta extraña a Portos de Galicia: otorgar la gestión del día a día de la terminal en lugar de, como acontece ahora, encarar en pleno la concesión. El cambio con respecto al modelo actual es notable. El organismo con sede en Praza da Estrela recuperaría las dársenas de A Laxe y As Avenidas -que el Náutico tiene a su cargo durante 23 años-, afrontaría las obras que considerase necesario y otorgaría después la gestión cotidiana de los pantalanes al Náutico. A cambio, en vez de pagar el canon, el club abonaría a la Autoridad Portuaria una parte pactada de los ingresos que genera el alquiler y venta de las plazas de amarre.

Entre los flecos a recortar en ese acuerdo estaría, por ejemplo, si la Autoridad Portuaria liquidaría los 500.000 euros de deuda actual por recibir A Laxe, una obra pagada íntegramente por el Náutico. Otra fórmula, que el club siquiera valora para preservar su escuela de vela ligera, es ceder el espacio que ocupa en la nave de Casa Pepe. Existe la posibilidad -si bien no es nueva ni hay indicios de que así vaya a ser- de que la entidad dirigida por López-Chaves intentase anular la concesión por impago de canon.

Iniciado el preconcurso el Náutico dispone ahora de cuatro meses para alcanzar un acuerdo. Su directiva confía sin embargo en que se rubrique mucho antes, "en dos o tres meses", y no aplicar ningún tipo de quita a la deuda que tiene contraída con sus acreedores. "Queremos devolver todo lo que se debe" -lanza rotundo el vicepresidente del club- "buscamos soluciones reales y por eso decimos que no es posible hablar de un período menor de cinco años para el pago". El equipo directivo insiste además en que el preconcurso servirá para "establecer las bases de la viabilidad del club". Prueba de las buenas sensaciones y el apoyo que les brindan los socios es que acreedores que forman parte de la entidad han condonado ya su deuda. "La medida garantiza que el club seguirá funcionando", resalta Viso. Durante los próximos tres meses el Náutico decidirá también, en asamblea, si exige responsabilidades a la anterior directiva. "No venimos a hacer justicia con nadie, sino a sacar al club de una situación complicada; pero los socios nos dicen que la decisión debe adoptarse así" -arguye Rodríguez- "es algo que está en proceso de estudio; es un tema complicado y laborioso".