Este magistrado de Vigo ya ha dictado de oficio varias sentencias determinando la existencia de cláusulas abusivas en otro tipo de contratos distintos al hipotecario, fundamentalmente relativas a intereses moratorios o remuneratorios de préstamos de financieras, liquidaciones de tarjetas de crédito, etc. Como sus compañeros de los juzgados de Primera Instancia, ha visto como numerosos pleitos se han disparado debido a la crisis económica y a determinados productos bancarios, como es el caso de las preferentes, las subordinadas y también los swap.

Ante el drama de los desahucios, el magistrado valora positivamente la reciente sentencia de la UE, que sigue la senda de otras anteriores de "proteger" al consumidor. También se muestra confiado en la futura reforma legal del Gobierno. "Todo lo que sea garantizar los derechos de los ciudadanos, y que éstos puedan ser vistos por un juez, es esencial y básico", opina.

Afectados

Por este motivo, considera que los afectados "no deben quedarse quietos". Al referirse a las ejecuciones hipotecarias, el magistrado percibe que mucha gente desiste de intentar parar el desalojo de su vivienda porque creen que "no tienen nada que hacer". "A veces sí hay cosas que hacer; la gente debe acudir al juzgado a defenderse y a alegar lo que considere; después estaremos ahí los jueces para resolver y decidir si tienen razón o no; a veces es complicado, porque supone un coste y muchos ciudadanos no tienen recursos, pero para eso hay soluciones como la justicia gratuita; pero que no se queden quietos, porque después no valen los lamentos", afirma.

"Está claro que los préstamos a los bancos hay que pagarlos; pero cuestión distinta es que alguna cláusula pueda ser abusiva", insiste el magistrado, que pide una "ley clara" y "criterios concretos" en esta materia de ejecuciones hipotecarias y también más medios para "dar una respuesta adecuada en tiempo y calidad".