El PP reclamó ayer una auditoría del funcionamiento de la Fundación Provigo y de la Mancomunidad al manifestar que "se desconocen a qué se dedican ambos entes en la actualidad y qué personal trabaja en ellos". El portavoz popular, José Manuel Figueroa, acusa al alcalde de "acabar con el consenso" en ambas instituciones, que llevan "caminos paralelos hacia su total defunción", afirmó.

El gobierno local le replicó horas después por medio de una nota en la que el segundo teniente de alcalde, Carlos López Font, tacha de "irónico" que Figueroa pregunte por los citados organismos "cuando las instituciones populares en Provigo, como la Diputación, Xunta o Puerto, abandonaron la Fundación; y el PP torpedeó la Mancomunidad, como se demuestra con la continua marcha de concellos gobernados por este partido".

Figueroa había anunciado por la mañana que solicitará una auditoría de las dos entidades al alcalde. Sobre Provigo apuntó que "fue un lugar de encuentro ciudadano durante más de una década, pero la política autocrática de Caballero ha logrado un único objetivo: silenciar las voces críticas a su gestión por parte de los empresarios, sectores productivos y sociales y del resto de administraciones". Al "vacío de contenido" actual en la fundación se ha llegado, prosiguió el portavoz del PP, "por los desplantes y malos modos del alcalde". Figueroa recordó que Provigo "era un foro de referencia en la ciudad y todas sus decisiones se tomaban por consenso".

Respecto a la Mancomunidad el edil acusó a Caballero de someterla "a una asfixia permanente", hasta el punto de que "ha fulminado a la institución que fue germen del área metropolitana". "Los alcaldes de los demás municipios ya no aguantan sus continuas salidas de tono y la Mancomunidad se ha convertido en una agencia de empleo de afines", añadió Figueroa.

Font contestó que Provigo "está sometida a controles externos y periódicos claros y transparentes", mientras que la Mancomunidad es auditada por el Tribunal de Contas y por la Xunta. Para el segundo teniente de alcalde "la única fundación oscura que funcionó en esta ciudad fue la del Puerto de Vigo," "Eso sí que fue un escándalo", apostilló.