El Real Club Náutico es a la vela, el remo y otras modalidades de agua lo que el Celta al fútbol. Ambas instituciones se han convertido en los principales emblemas deportivos de la ciudad, pero la trayectoria de la entidad con sede en As Avenidas ha estado también estrechamente vinculada, desde su fundación el 17 de abril de 1906, a la vida social viguesa. Allí se forjaron olímpicos, campeones del mundo y varias decenas de internacionales, y paralelamente se organizaban eventos recreativos para todas las edades, actos de diversa índole y bailes tradicionales durante los sucesivos aniversarios del club en los que se cuidaba mucho la vestimenta y eran presentadas las jóvenes de la época.

El Náutico llegó a tener 9.000 socios en sus mejores tiempos. Actualmente la cifra no llega a la mitad. Este importante descenso, sumado a la marcha de barcos y a las dificultades financieras, lo han arrastrado a una delicada situación económica, pero no es la primera crisis que atraviesa el club a lo largo de su existencia y hasta ahora las ha superado todas. Las plazas del puerto deportivo, cuyas obras arrancaron en 1986, se vendieron a un ritmo más lento del esperado, y la compra en 1987 de Los Abetos, en Nigrán, un ambicioso proyecto, provocó un serio trastorno financiero. A ello se unió la importante baja de socios en la década de los 90.

En la larga vida del club, fundado hace 113 años con el rey Alfonso XIII como presidente honorífico, pesan más las etapas de esplendor. Su función principal cuando lo impulsaron el Marqués de Elduayen y el Comandante de Marina de Vigo por aquel entonces fue aglutinar los deportes náuticos, en los que ha alcanzado verdaderos hitos. En 1960 participaron seis remeros del Náutico en los Juegos Olímpicos de Roma y en esta disciplina la institución ha dado más de 70 deportistas internacionales. En vela el palmarés es envidiable, con Tamara Echegoyen, triple campeona de Europa y del mundo, además de medalla de oro olímpica en Londres 2012 como última figura de una larga lista de deportistas de élite que han dado casi cuarenta títulos en alta competición desde 1952.

En natación también ha habido olímpicos del Náutico y una docena de internacionales, mientras que las medallas en campeonatos de España se cuentan por centenares. En esta disciplina las instalaciones eran privilegiadas hace cuarenta años. El club vigués dispuso de la primera piscina climatizada de Galicia, inaugurada en 1967.

Las regatas y eventos eran espectáculos con asistencia masiva. Entre 1926 y 1929 la sede fue el Klosofic, un barco de tres palos con 800 toneladas de registro. Las embarcaciones se guardaban en el interior mientras que en cubierta se celebraban fiestas de alto interés social. Para inaugurar la actual sede hubo que esperar hasta el 4 de agosto de 1945, pero su creación marcó una impronta en la actividad social, deportiva y cultural. Ese mismo año el Náutico se fusionó con el Club Marítimo y en 1948 se produjo por primera vez la presencia de sus deportistas en unos juegos olímpicos (celebrados en Londres).

El relieve del club como institución a nivel nacional fue premiado en 1999 al serle otorgada la Real Orden al Mérito Deportivo, mientras que en Vigo quedó certificado en 2006, año del centenario, con la entrega de la Medalla de la Ciudad.

Y aunque en crisis, además de conservar una importante masa social y ser una institución querida, el Náutico acumula un importante patrimonio entre sus instalaciones del puerto y el complejo de más de 60.000 metros cuadrados de Nigrán.