En este caso no fue la lluvia, sino el fuerte viento el que complicó la actividad en el aeropuerto de Peinador. Las ráfagas que se registraron a media mañana obligaron a desviar un vuelo de Vueling, procedente de Barcelona, cuya llegada estaba prevista para las 11.15 horas. El aterrizaje se efectuó finalmente en el aeródromo coruñés de Alvedro. El siguiente vuelo, de Air Europa y procedente de Madrid (11.45 horas), tuvo peor suerte. No encontró refugio en ninguna de las pistas gallegas y tuvo que regresar a la capital estatal. Posteriormente, realizó un nuevo intento en el que sí logró culminar con éxito el trayecto. Además, los pasajeros sufrieron varios retrasos acumulados de la jornada matutina. Así, los del avión de Air Europa que volaban desde Madrid con llegada estimada a las 13.45, lo hicieron dos horas después.