Ya desde algunos días antes se venía hablando en el periódico de la gigantesca ola de celuloide que inundaba los coliseos de la ciudad. Era el fruto natural de la enorme producción de las editoriales, la competencia formidable de las empresas y cómo no, de los precios económicos de tal espectáculo y de los encantos de la oscuridad...

Pero el 24 de marzo de 1928, la noticia destacada era que se iba a batir en un coliseo de la ciudad "el mayor récord de proyección que se hubiera hecho hasta la fecha".

Esta proeza en los anales cinematográficos en Vigo iba a tener lugar en el Tamberlick, que como en sus campañas teatrales ha hecho, tiene el prurito de ir siempre a la cabeza en lo que a los espectáculos se refiere.

Y para batir ese récord, se iban a proyectar en el ecran del Tamberlick 15.000 metros de película. ..¡15 kilómetros de "film"!

Estos, naturalmente, no se iban a pasar en una sola sesión. Los quince millones de centímetros de cinta serían proyectados en cinco grandes sesiones.

La primera de éstas se celebraría a las tres de la tarde. En esta sesión infantil continuaría la emocionante serie Los dominadores del fuego, "que tanto éxito obtuvo en el estreno de sus primeros capítulos".

A las cuatro de la tarde, se celebraría una sesión popular, proyectándose "la hermosa cinta española, que tan gratas evocaciones despierta siempre" titulada Gigantes y Cabezudos.

Y a las cinco y media, siete y media de la tarde y diez y media de la noche tendría lugar "la exhibición de la originalísima y sorprendente opereta alemana, versión admirable de la marca U.F.A". titulada Las piernas más bonitas de Berlín.

La dirección de este film de arte corrió a cargo "del siempre admirado Willy Wolf, teniendo a su cargo los principales papeles la bellísima y escultural estrella Eljen Richter, el galán Bruno Kasiner y Rudolf Meinhard que realizan una labor de insuperable mérito artístico".

La originalidad de Las piernas más bonitas de Berlín, tanto en su técnica como en su delicioso argumento le daban una categoría superior y sobrados atractivos para que nadie dejara de verla.

Los dominadores del fuego, Gigantes y Cabezudos y Las piernas más bonitas de Berlín representaban dignamente el arte norteamericano, el español y el alemán. Y las tres en sus diversos aspectos eran "de la más alta calidad".

Paralelamente, se anunciaban proyecciones en otras salas de la ciudad. Concretamente y en referencia al García Barbón, se hablaba de la exhibición de las mejores películas del mundo en el mejor cine de España. Este fin de semana se estrenaba la magna film, prodigio del arte mudo, El Rey de Reyes, que el día anterior se había proyectado ante las autoridades civiles, militares y eclesiásticas.

Y pese a todas estas novedades, se mantenía el criterio de que no había derecho a que una ciudad como Vigo "siga por más tiempo bajo el tiránico imperio de S.M. la Film". Confiamos en que los informes que días pasados recibimos de un empleado de la Empresa del Tamberlick tengan pronto la máxima realidad y podamos olvidar durante al menos una temporada las películas, para adentrarnos en el arte, de prodigiosas sugerencias estéticas de Lola Membrives, para refugiarnos en la romántica emoción de los versos que tan magistralmente recita Ricardo Calvo y también para bañar de alegría y optimismo nuestro espíritu con las deliciosas revistas batallanescas en las que lucen sus encantos- belleza, gracia, feminidad- las más encantadoras y frívolas tiples de Chile, Argentina, Méjico, Cuba la bella...

Pero al final se reconocía que "mientras llegan tales novedades teatrales, hemos de aceptar lo que nos sirven nuestros empresarios. Y lo que nos sirven ahora son películas, tan solo películas...