Preacuerdo entre FCC y los trabajadores para desconvocar la huelga de la basura para Semana Santa. El comité de empresa y responsables de la concesionaria municipal estuvieron reunidos más de cinco horas hasta que pactaron las bases del nuevo convenio colectivo cuyos principales compromisos con el mantenimiento de los puestos de trabajo y el poder adquisitivo para la plantilla. El documento debe ser ratificado por el medio millar de empleados en una asamblea fijada para hoy a las nueve de la noche. Es necesario su respaldo para que formalmente se desconvoque el paro indefinido que debía comenzar el próximo sábado 30 de marzo.

"Valoramos positivamente el preacuerdo", anunciaba el presidente del comité de empresa, Rufino Santalices, quien eludió detallar las condiciones hasta que se expliquen hoy a los trabajadores. Ahora bien, reconocía que "se han logrado mejoras, de lo contrario no hubiéramos firmado nada. Pero la última palabra la tiene la asamblea", defendió el delegado de la CIG.

También Miguel Ángel Giráldez, de CC OO, se mostraba "satisfecho" tras el acercamiento de posturas alcanzado después de solo dos reuniones y en torno a ocho horas de negociación entre miércoles y jueves. Por parte de FCC se limitaron a confirmar la firma de un "preacuerdo" pero coincidieron en no profundizar en los detalles salariales y la duración de la jornada hasta que comparezca públicamente el comité el sábado por la mañana.

Este giro radical de los acontecimientos después de la ruptura de las negociaciones hace solo una semana y de que el mismo lunes los sindicatos denunciaran las "diferencias abismales" con la dirección de la empresa, evitará la octava huelga en la recogida de la basura en Vigo que había alertado tanto al gobierno local como al sector hostelero por su coincidencia con el puente de Semana Santa y en víspera de la Reconquista.

En el comité de FCC están representados la CIG, CC OO, USO y un independiente y la ratificación del acuerdo esta noche es un trámite necesario, pero sería impensable que se suspendiera el pacto y ambas partes esperan poder anunciar al final del día la suspensión de la huelga.

Desde que el 9 de enero se empezó a negociar el nuevo convenio, los principales escollos fueron la revisión del salario y las percepciones en caso de enfermedad. Según los sindicatos, la empresa planteaba congelar el sueldo y la antigüedad los próximos cuatro años, no cobrar durante los tres primeros días de baja y un 60% a partir del cuarto, e incrementar en 2,5 horas semanales la jornada laboral, lo que denunciaron que podría suponer despidos.

Por el contrario, el comité exigía una actualización del salario igual al IPC más 1,5 puntos, el mantenimiento de los complementos, de los pagos en caso de incapacidad y el cobro de 18 días de una cuarta paga extra. Se agarraban a que la empresa "tiene beneficios en Vigo" y este año recibirá seis millones más de canon municipal en el Presupuesto.