La caída de varios cascotes de un edificio de la calle Llorente provocó ayer retenciones de tráfico pasadas las tres de la tarde. Los bomberos y la Policía Local tuvieron que intervenir. Los primeros, para quitar los trozos de fachadas que todavía colgaban y amenazaban con caerse; y los agentes, para distribuir el tráfico. Aunque no fue necesario cortar la calle, sí se produjeron atascos.